Miles de fieles ingresaban esta mañana al Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, para rendir homenaje, pedir y agradecer al "patrono del pan y del trabajo". Como cada año, desde el domingo a la tarde los devotos celebraron la vigilia con fuegos artificales y un festival de música.
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La misa del día previo se realizó a las 18 y estuvo presidida por monseñor Gustavo Oscar Carrara, recientemente designado como vicario general porteño por el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva. "Este Santuario se va a convertir este lunes en el corazón de un pueblo que pide paz y trabajo, será una caja de resonancia para todo el país", dijo en el inicio de su homilía.
Los fieles de San Cayetano llegaron a Liniers desde distintos puntos del país y acamparon en las inmediaciones del Santuario de San Cayetano, ubicado en Cuzco 150. Con espigas de trigo y fotografías, los fieles desfilaban entre las vallas para recibir la bendición del sacerdote y contemplar la imagen del santo. "Es mi segundo año aquí, es triste no tener trabajo ni poder llevar comida a los tuyos, espero que este año se me dé", le dijo a Télam una mujer llamada Maria Eugenia, de 36 años, que viajó desde San Miguel con su pequeña hija.
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Alrededor de las 20 la banda policial entonó el Himno Nacional Argentino y luego llegó el momento de los conjuntos musicales, entre los que se destacaron La Tranqera, Hogar de Cristo y Umachaqui.
Hoy, a partir de las 11, tendrá lugar la Misa Central, que será presidida por García Cueva. Antes, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) llevará adelante la bendición de herramientas y ofrendas de sus diferentes rammas en el cruce de las calles Cuzco y Rivadavia.
El origen de la devoción por San Cayetano, el patrón del pan y del trabajo
San Cayetano es uno de los santos más populares de la Argentina. Su historia, para muchos desconocida, se remonta a la Italia del siglo XV.
Cayetano de Thiene nació el 1 de octubre de 1480. No hay consenso sobre cuál fue su ciudad natal. Algunos autores afirman que nació en Vicenza, una localidad del señorío de Venecia, y otros en Gaeta. Sucede que su nombre, Cayetano, significa "oriundo de Caieta", como se denominaba a la ciudad en la época de los romanos. Hijo de una familia de nobles, su padre fue el conde Gásparo di Thiene, quien murió cuando él tenía apenas 12 años. Creció junto a su madre, la condesa Maria Da Porto, quien más tarde se convertiría en terciaria dominica.
Se doctoró en Derecho y Teología en la Universidad de Padua y a los 30 años se instaló en Roma, donde fue parte de la corte del Papa Julio II. Después de seis años dejó la vida cortesana y fundó el "Oratorio del Amor Divino". A los 35 se ordenó como sacerdote. Una de sus obras más reconocidas fue la fundación del Ospedale degli Incurabili, un hospital para enfermos incurables.
Promoviendo el diálogo interreligioso
En sus primeros años como sacerdote decidió abandonar todos los beneficios económicos con los que contaba por venir de una familia adinerada. La Iglesia le reconoce milagros a San Cayetano. Uno de los primeros habría sucedido cuando visitó un hospital en Venecia y conoció a una joven a quien estaban a punto de amputarle una pierna. Él se acercó, le besó la pierna e hizo la señal de la cruz. Al otro día, la mujer estaba curada.
Sin embargo, también se le atribuyen milagros después de su muerte, que sucedió el 7 de agosto de 1547. La historia cuenta que en plena crisis económica de 1930, un sacerdote le aconsejó a sus fieles que le rezaran al santo por pan y trabajo y que pronto mejoraron su situación económica.
Fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X.
