El móvil de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), se hizo presente en el reconocido santuario de San Expedito, que se ubica en Balvanera, para poder tener contacto con lo amplia que esta festividad y, para ello, se logró obtener un testimonio del párroco que aseveró que "invitamos a que cada peregrino se acerque y vuelva a su casa con este deseo de trabajar por la unidad y la paz".
Bruno Ghiso (BG): Nos encontramos en Bartolomé Mitre y Azcuénaga, Once, donde estamos con el párroco Walter Marchetti. ¿Cómo vive esta situación de toda la gente que se hizo presente?
Es un día de bendición, de gracia. Hay muchos peregrinos a pesar de la lluvia y las dificultades para llegar al santuario, pero fueron llegando desde las cero horas.
BG: ¿Qué le cuentan? ¿Qué se le pide San Expedito?
Salud, seguridad y estabilidad laboral. Lo que nosotros escuchamos es la realidad de nuestro pueblo. Sobre todo, vienen a agradecer.
Este año el mensaje nuestro es "San Expedito queremos vivir en la unidad hoy", ya que hay una sociedad dividida.
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¿Qué emoción siente hoy y prevalece en la mayoría de los fieles? Porque nos manejamos mucho con las consultoras, con cómo están midiendo en este año electoral las principales preocupaciones de la gente, pero le pregunto como líder religioso y espiritual.
Los fieles vienen a dar gracias. El pueblo, que es muy sencillo, tiene una actitud religiosa y viene a dar las gracias por dones recibidos, eso es muy fuerte en el santuario.
Escuchamos lo que pasa en el país, algo que vital como lo es la salud que lo pide cada uno personalmente, pero notamos que hay mucha inseguridad, por lo que la gente tiene miedo y acompañamos ese proceso.
Esa pobreza, que volvió a niveles que habíamos dejado atrás hace bastante, que preocupa y angustia, ¿se ve en la Iglesia también?
En el santuario, atendemos en el comedor a 250 personas los sábados.
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¿Y a diferencia de este año para esta época?
Es más o menos lo mismo. La realidad sigue siendo la misma.
La noche de la caridad, que sale los lunes, son 400 o 500 porciones de comida. Más o menos, sigue siendo la misma realidad.
¿La esperanza?
Evidentemente tiene necesidad de paz y armonía. Nosotros apostamos a que cada uno de los que se acerca al santuario pueda ser un constructor de unidad, paz y esperanza. Invitamos a que cada peregrino se acerque y vuelva a su casa con este deseo de trabajar por la unidad y la paz.
BL JL
