Un día como hoy pero del año 2000 el polista Gonzalo Heguy salía despedido de su camioneta Ford Ranger blanca. Eran las 6 de la mañana cuando falleció, al costado de la ruta. El ex jugador de Indios Chapaleufú y miembro de la familia más importante del polo argentino y, po rqué no, del mundo, viajaba por la ruta provincial 2 de la Pampa rumbo a General Pico, cuando perdió el control de su vehículo. No llevaba puesto el cinturón de seguridad.
Hoy se cumplen 10 años de aquella tragedia que marcó para siempre al apellido Heguy. Gonzalo fue ganador del Abierto Argentino de Polo en cinco ocasiones con Indios Chapaleufú -equipo que compartía con sus hermanos Bautista, Marcos y Horacio-.
Familia polista. Era 1885 Antonio Heguy se entregó al placer del polo. Llegó a tener seis puntos de handicap y ganó el campeonato argentino de 1958, con Coronel Suárez. Ahí sobresalieron sus hijos Horacio y Alberto (la familia la completaban sus otros hijos, Eduardo y Miriam). Junto con los hermanos Harriot fueron campeones 15 veces entre 1963 y 1979.
Los hermanos Heguy tuvieron cuatro hijos varones cada uno. Obviamente, todos fueron destacados polistas. Los de Alberto se llamaron Eduardo, Alberto, Tomás e Ignacio. Y los de Horacio fueron los mellizos Gonzalo y Horacio, Marcos y Bautista. La rivalidad deportiva entre primos dio al polo argentino el mejor espectáculo en años.
Pero no todo fue felicidad para los Heguy, una familia que supo sobreponerse a las tragedias más horrendas. Eduardo murió en un accidente automovilístico en 1965. Miriam falleció cuando un tren arrolló su coche.
En octubre de 1988, Gonzalo se cayó del caballo durante un partido y se fracturó la apófisis de la sexta vértebra cervical. Estuvo enyesado dos meses. En tanto que Horacito perdió la visión de un ojo durante la Copa de la Reina en Inglaterra, en 1995, cuando una bocha le pegó en el ojo derecho.
El legado de Gonzalo Heguy en el polo argentino es hoy recordado por todos los amantes y seguidores de este deporte. De hecho, existe una copa que lleva su nombre.