En un año en donde en la Ciudad autónoma de buenos Aires se reforzó el control de alcoholemia a los conductores y entró en vigencia el sistema de registro por puntos, u n fallo de la justicia porteña llamó la atención por lo contradictorio que resultó en el marco del plan integral para intentar reducir la cantidad de muertes en accidentes de tránsito.
Según dio a conocer la agencia de noticias DyN, la Justicia de la Capital Federal aceptó la "probation" para un conductor sorprendido al mando de su vehículo con un nivel de alcohol en sangre cinco veces superior al permitido, pese a lo cual " no se probó que ello haya generado un peligro cierto sobre la vida e integridad física de terceros".
En diálogo con Perfil.com, el Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Felipe Rodríguez Laguens, contó que desde el organismo pidieron la vista del fallo y expresó que, si los argumentos son los que trascendieron, son “ una vergüenza y generan un retroceso significativo” en Seguridad Vial.
“Desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial disentimos en que el grado de alcoholemia que tenía esta persona no pone en riesgo la salud, la integridad y la vida de las personas, independientemente de que no se haya podido comprobar”, señaló Rodríguez Laguens. “El mayor daño que genera este fallo, de ser así, es a la conscientización” sobre la importancia de la problemática de la seguridad vial en la ciudad.
“Si dese un fallo se establece que conducir con 2,26 gramos de alcohol por litro de sangre no pone en riesgo la integridad física de las personas estamos ante una situación alarmante”, advirtió Rodríguez Laguens. “Los fallos tienen que acompañar los esfuerzos que están haciendo tanto la ciudadanía y las autoridades”, porque ese es el reclamo de la comunidad, agregó el director de la ANSV, y explicó que es fundamental ser claros en el mensaje que se le da a la población.
Cifras que asustan. A partir de los datos del observatorio, comentó Rodríguez Laguens, se pudo establecer que existen por día dos jóvenes que fallecen en accidentes de transito en donde el alcohol tuvo una incidencia directa. Durante el año 2008, 7552 personas perdieron la vida en calles, rutas y caminos. Este año, las cifras podrían disminuir gracias a los nuevos sistemas de control que se comenzaron a implementar desde enero. Sería importante que los fallos sirvan para ayudar a concienciar a la población y no para sentar precedentes que no ayudan a mejorar el panorama.
