Lo admitió un ejecutivo de la empresa a la justicia alemana.
Fue para garantizar un negocio de digitalización de documentos.
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Cedoc
Los sobornos de la empresa alemana Siemens a intermediarios para garantizar un multimillonario negocio de digitalización de documentos de identidad en Argentina alcanzaron casi los 100 millones de dólares, aseveró ante la justicia alemana un ejecutivo de la empresa citado hoy por diversos medios.
El ejecutivo declaró como testigo el miércoles pasado ante la fiscalía de Múnich que investiga los entretelones de un escándalo de sobornos que sacude a Siemens desde hace más de un año.
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En su declaración, divulgada hoy por el periódico Sddeutsche Zeitung, el directivo dijo que según sus informaciones, Siemens pagó a funcionarios argentinos unos 70 millones de dólares por intermediar para que en 1998, bajo la presidencia de Carlos Menem, se firmara el contrato para la entrega de un sistema de digitalización de documentos de identidad y la informatización en los controles fronterizos.
El proyecto, valorado en unos 1.260 millones de dólares, fue cancelado sin embargo en 2001 por el gobierno de Fernando de la Rúa, por considerar que los costos eran demasiado elevados. La confección de 47 millones de documentos de identidad contemplaba un precio de 27 pesos (en ese momento equivalentes a 27 dólares) cada uno, cerca del doble de lo que le costaba al Estado argentino hasta aquel momento.
Sin embargo, entre 2002 y 2003, bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, un grupo de intermediarios argentinos no identificados pidieron el pago de otros 27 millones de dólares adicionales para volver a reflotar el contrato, dijo el testigo en Múnich.
El ejecutivo declaró que ante sus objeciones se reunió con el entonces presidente de Siemens, Heinrich von Pierer, y con otro colega, que entre tanto abandonó la empresa. Von Pierer los instó a "comportarse como soldados de Siemens" y autorizó el pago de las "bonificaciones" a los intermediarios.
Poco después, se giraron diez millones de dólares a una cuenta en Suiza. Von Pierer rechazó las acusaciones y a través de su abogado sostuvo hoy que "no ordenó a los colaboradores a comportarse como soldados de Siemens". "Esas son palabras que Von Pierer jamás utilizaría", dijo el abogado.
