Los trabajadores de Paraná Metal - la empresa que cerró el empresario K, Cristóbal López - continuaban este miércoles con dos cortes intermitentes en las rutas 9 (Km 246, en la autopista Rosario-Buenos Aires) y 21 (a la altura de la planta, en Villa Constitución) en reclamo de la reincoporación de los 900 trabajadores despedidos y 300 puestos indirectos.
Alberto Churichi, delegado de la empresa, contó a Perfil.com que desde las nueve de la mañana unas 150 personas cortan cada media hora pero a 200 metros los detiene la Gendarmería para ordenar el tránsito. Por razones de seguridad, el piquete se extenderá hasta las seis de la tarde, cuando cae el sol: "Mañana hay asamblea general, cerca del mediodía, de acuerdo a lo que se trae de Buenos Aires los compañeros deciden si se profundiza la lucha", anticipó Churichi.
Este martes un grupo de trabajadores de la metalúrgica fue recibido por el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, que mostró preocupado por el conflicto y ofreció "toda la ayuda necesaria" de parte de su provincia, informaron los medios santafesinos.
José Díaz, delegado de la comisión interna, informó desde el corte de la ruta 21 a la altura de la planta, en Villa Constitución, que allí el corte es de quince minutos: "Hay 50 compañeros, están hace más o menos desde las 8:45 y liberamos una mano con quince o veinte autos y después liberamos la otra". Díaz contó, además, que el gobierno santafesino puso seguridad en las inmediaciones de Paraná Metal, ya que la planta no tiene energía eléctrica y buscan posibles robos.