La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió que en la Argentina existe una "estrategia integral gubernamental para controlar a los medios independientes" y expresó su "profunda preocupación por el estado de la libertad de expresión en el país".
Así lo manifestó el presidente de la SIP, Gonzalo Marroquín, al presentar un informe preliminar sobre la libertad de expresión en el país, después de una serie de reuniones que mantuvo con el gobierno nacional, legisladores de ambas Cámaras, la Corte Suprema, políticos de la oposición, empresarios de medios, periodistas de todas las tendencias, gremialistas y ONG de derechos humanos.
"Nosotros no defendemos medios de comunicación, ni a sus asociados, sino principios", expresó el directivo, mientras que el co-presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, el uruguayo Claudio Paolillo, reafirmó: "Defendemos el principio de libertad de expresión. No hemos venido aquí a defender empresas o a grupos de empresas".
En una conferencia de prensa con la cual la SIP cerró su misión en la Argentina, Marroquín denunció que existe "una estrategia gubernamental para el control de la información, a través de la utilización de la publicidad oficial para castigar o premiar a los medios según su línea editorial; y el uso de medios públicos para hacer propaganda gubernamental".
También mencionó "la creación de legislación que busca la desarticulación de medios independientes para generar un aparato oficial de comunicación; el incumplimiento de decisiones judiciales para el otorgamiento de publicidad oficial o cuando se ordena que se prohíba el bloqueo de la circulación de los medios de comunicación"; al tiempo que manifestó que a la SIP le "preocupa una intervención que podría derivar en la nacionalización o estatización de la distribución de papel".
Asimismo, el presidente de la SIP advirtió sobre la existencia de una "polarización", tanto en la prensa como en la sociedad argentina.
Ante una consulta de DyN, Marroquín admitió que la situación denunciada, tanto la estrategia del gobierno contra los medios, como la polarización de la sociedad, también ocurre en países como "Venezuela, Ecuador y Bolivia", donde existen procesos de aguda "confrontación".
Al ser consultado por Canal 7, CN23 y los programas "6.7.8" de la Televisión Pública y "Duro de Domar" de Canal 9, del productor Diego Gvirtz, sobre Marcelo Almada -periodista de Misiones que oportunamente denunció que su programa fue censurado por Cablevisión- como sobre la no inclusión de la señal infantil estatal Paka-Paka aclaró que la SIP "no interviene en la línea editorial" de cada medio, sino que está "vigilante sobre lo que el Estado está haciendo en contra de la libertad de expresión".
El titular de la SIP denunció además que en la Argentina existe "un acoso permanente o amedrentamiento de periodistas independientes y críticos, con el fin de crear autocensura o atacarlos a los medios o a los periodistas para restarles credibilidad".
Por otra parte, el directivo también advirtió que la Ley de Medios "es nefasta totalmente para el control de la información, la decisión de los contenidos editoriales, al extremo que tendríamos que reconocer que la decisión de qué vé en la televisión y que escucha en la radio el pueblo argentino dependerá del Gobierno", continuó.
"Hago un llamado a la sociedad argentina para que mediten sobre la importancia de que en este país prevalezca y se luche por defender los espacios de libertad de expresión y de prensa. Cuando se ataca a los medios, cuando se acosa a un periodista, cuando se logra acallar a la prensa, el daño inmediato pareciera ser para el medio y los periodistas, pero el daño de fondo es el daño que se le hace a la sociedad", concluyó Marroquín.
Por último, en su declaración oficial, la SIP advirtió que "si la presidente Cristina Fernández de Kirchner no revierte esta situación de ataques permanentes contra los medios de comunicación, el pueblo argentino perderá otra vez, como en épocas oscuras, la verdadera libertad de expresión".
