Martín Mosiewicki, Maia Wiernik y Sebastián Kahansky, son tres amigos que dieron vida al proyecto Verte Reír, una iniciativa que en 2016 los llevó a apadrinar una escuela en Chaco. Ahora, van por otro objetivo: extender la iniciativa solidaria al resto del país.
El trío busca ayuda para la escuela rural C.E.R 81 Mariano Moreno, Campo La escondida, ubicada en la localidad santafecina de Venado Tuerto, a 11 kilómetros de la Ruta Nacional 8. Al ser un camino de tierra, en los días de lluvia se inunda rápidamente y los alumnos no pueden asistir a clases. "Si pronostican lluvias, los padres deciden no llevarlos porque en caso de que se cumpla el pronóstico no tienen forma de llegar al colegio para retirarlos. Es el único establecimiento educativo que hay en un radio de 20 km. Están aislados", explica Mosiewicki.
"La institución dicta clases a 9 alumnos de primaria y 2 de jardín y hay una docente para cada nivel. Todos los chicos van caminando. El problema es la distancia que tienen, ya que hay estancias y los caminos son largos por lo que tardan más de una hora para llegar", agrega. En este contexto, lo que más necesitan los chicos es transporte.
Cómo ayudar. Para esta nueva "misión" se necesitan :10 bicicletas. (6 de rodado 20 y 4 de rodado 24), cemento y pintura para construir un playón para que los chicos puedan jugar al aire libre, y algo importante: un espacio donde realizar un evento solidario para recaudar fondos.
Extender la iniciativa. Mosiewicki, Wiernik y Kahansky se conocen desde la infancia. Un día pusieron manos a la obra y concretaron el proyecto solidario que en la actualidad apunta a expandirse, por lo que ahora sueñan con 'federalizarlo'. "Con Verte Reír Federal, el objetivo es lograr apadrinar una escuela rural por provincia. Obviamente viajar, conocer las diferentes realidades, sus necesidades y luego hacer proyectos a corto plazo pero siempre trabajando en conjunto con los docentes rurales. Y nunca perder el contacto con las escuelas que ya ayudamos", relata Mosiewicki.