Cuando estaba todo preparado para inaugurar la línea H de subterráneos, que unirá al norte con el sur de la Ciudad de Buenos Aires, la Justicia porteña hizo lugar a una medida cautelar que denunciaba "el mal estado" del material rodante que iba a funcionar de la estación Plaza Miserere a Caseros.
En diálogo telefónico con perfil.com, el ex director de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) Alejandro Franco, responsable de la presentación ante la Justicia, señaló que los vagones que iban a funcionar en la nueva línea “no tienen el estándar de mantenimiento necesario".
Las formaciones que se iban a utilizar para la línea H "son ex vagones de la línea C, que son material de reserva de Metrovías y tienen más de 300 mil kilómetros”, contó Franco, quien añadió que esos coches " tienen que tener un mantenimiento especial". Incluso agregó que "en el taller Colonia no hay herramientas para hacerles reparaciones".
El subterráneo, como servicio público, para funcionar “requiere un protocolo de aprobación, de observación de calidad”, contó Franco, a quien, el 1 de octubre pasado, se le solicitó la renuncia a la dirección de SBASE.
El ex funcionario manifestó que “tenemos que ser muy celosos, más con los antecedentes inmediatos que tenemos, en prestar atención a las alarmas y a los controles; tenemos que cumplir la formativa sobre seguridad, calidad y confiabilidad.
Finalmente, Franco aseveró que Metrovías “nunca” hizo partícipe del control al Ente Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad, organismo que recién ahora tomará parte del control de las formaciones.
En consecuencia, pese a que estaba todo listo para que el viernes el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, encabezara la inauguración de la nueva línea, Franco afirmó, según lo que determinó la Justicia, que “hasta tanto no se resuelvan los problemas observados la línea H del subte no puede funcionar”.