La autopsia realizada a Tomás Dameno Santillán, el niño de nueve años que apareció muerto tras dos días de secuestro en un descampado del partido bonaerense de Lincoln, reveló que la víctima murió rápido, con varios golpes, y que no permaneció en cautiverio.
La autopsia, realizada por médicos de la morgue judicial de Junín, indicó que la muerte de Tomás "fue rápida, cerca de las tres de la tarde", por lo que se sospecha que el asesino lo fue a buscar a la escuela, lo llevó a otro lugar y lo asesinó.
La víctima presentaba "un golpe muy fuerte en la cabeza con desplazamiento de cráneo y golpes en la cara y en el cuerpo", informó el fiscal de Junín, Javier Ochoaizpuro, al canal de noticias TN. Además, su estómago estaba vacío, por lo que se descarta que haya estado en cautiverio.
El fiscal dijo que "no hay dudas" de que Ramón Adalberto Cuello, padrastro del niño y único detenido por el crimen, es el autor material del hecho. "Hay elementos para suponer que esta persona sería la responsable. No hay dudas acerca de la materialidad del hecho", sostuvo.
Por su parte, Ricardo Casal, ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, aseguró que el nene fue asesinado mediante "dos golpes certeros en los dos parietales", con "un caño redondo de acero o algo parecido", aunque el elemento contundente "no se encontró.
"Fue asesinado brutalmente con dos golpes certeros en los dos parietales, izquierdo y derecho, cruzados hacia la mandíbula, con un elemento romo. La marca es fija, clara y pareja de los dos lados: fueron dos golpes mortales", dijo Casal a las radios Diez y La Red.