Colonia Caroya, a unos 50 kilómetros de la capital de Córdoba, se convirtió, en la Argentina y el mundo entero, en referencia de exquisitos salames, jamones, dulces caseros, conservas, vinos artesanales y pastas recién amasadas con recetas que llegaron desde Italia para hacer historia entre las sierras.
Integrada a la región turística Camino de la Historia -que abarca las Sierras Chicas y el norte de la provincia cordobesa- la urbe es una de las localidades que pertenecieron hace más de cinco siglos al denominado Camino Real, que unía el puerto de Buenos Aires con el Alto Perú. Tierras que también albergaron a las misiones jesuíticas, cuya historia se descubre en el Museo Provincial Casa de Caroya.