Néstor Omar Guerrero está en la mira de todos. Se trata del dueño del predio donde el jueves pasado se produjo el derrumbe de un techo, en un supermercado en la capital neuquina, que hasta el momento le costó la vida a siete personas y dejó más de quince heridos. La causa principal del siniestro, se supone, fue el desprendimiento de unas columnas de una obra clandestina, que Guerrero y el arquitecto Alberto Diez estarían construyendo en el piso superior al local comercial, donde iban a funcionar diez departamentos.
Ayer, uno de los tres fiscales que investiga la causa, Ignacio Di Maggio, presentó un pedido al juez de turno para que Guerrero no pudiera salir del país. Ese pedido, mañana, se haría extensivo a más personas. El juez a cargo de la medida cautelar es Mauricio Zabala, subrogante del Juzgado de Instrucción Nº 6. Según fuentes de la investigación, Guerrero y Diez se presentarían mañana ante la Justicia.
Guerrero, de 52 años, es un reconocido comerciante neuquino, dueño de varias propiedades y empresas tanto en la capital como en el interior provincial. Es también dueño de tres corralones para la construcción ubicados en Zapala, Plaza Huincul y Plottier (a poco kilómetros de la capital provincial); del Apart Hotel Rivadavia 815, inaugurado hace apenas un año; y de un complejo de cabañas en Moquehue.
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