Empleados de la tradicional confitería Richmond, establecida en el centro porteño desde 1917, mantenían este mediodía tomado el local en repudio al cierre de ese bar que fue vendido por sus dueños a una cadena internacional de indumentaria deportiva.
Voceros del Sindicato de Gastronómicos señalaron a la prensa que también exigen "que se abonen los sueldos caídos y la indemnización de los trabajadores", algunos de ellos con más de 30 años de antigüedad.
El jueves pasado, la Legislatura porteña había declarado sitio de interés histórico a la confitería Richmond, ubicada en la peatonal Florida 468, luego de que se conociera el anuncio del cierre de sus puertas.
La confitería Richmond posee dos pisos y una superficie de 1.500 metros cuadrados y el edificio fue diseñado por el arquitecto belga Julio Dormal, quien estuvo a cargo de la última etapa de la construcción del Teatro Colón. Los propietarios del tradicional bar vendieron el local a un grupo inversor que lo convertirá en el Nike Store más grande de la Capital Federal, aunque la cadena deportiva estaría disputas a revisar sus planes ante la mala imagen que generó entre la opinión pública.
Fuente: DyN