El Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación seleccionó las localidades de Caviahue-Copahue, en Neuquén; San Francisco de Alfarcito (Jujuy) y Trevelin (Chubut) para representar a la Argentina ante la Organización Mundial del Turismo (OMT), con el fin de ser parte de la elección de los Best Tourism Villages, que se realizará en diciembre y determinará cuál es el pueblo “más lindo del mundo”.
La iniciativa tiene como objetivo identificar aquellos sitios del mundo entre los países miembros de la OMT que adopten enfoques transformadores en la localidad a partir de políticas vinculadas al cuidado del ambiente, la participación e integración de la comunidad y el desarrollo económico y productivo, entre otros factores.
Según las reglas, las localidades deben tener hasta 15 mil habitantes, estar situadas en un paisaje natural y/o cultural característico y compartir valores y estilos de vida propios de su región, sostiene la OMT en su página web.
Los tres destinos que representarán a la Argentina fueron seleccionados por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación, que definió su elección entre once localidades de nueve provincias, se informó oficialmente.
Cómo son. Situados en el norte de Neuquén, Caviahue y Copahue forman un mismo municipio. Allí hay no solo pistas de esquí, sino también aguas termales reconocidas internacionalmente. También hay un volcán homónimo y una zona de araucarias que forman un bosque nativo único.
Trevelin está casi en la frontera con Chile, a la altura de Futaleufú. Cercado por la cordillera, la entrada al pueblo es “de cuento”, dicen sus fanáticos. Hay pintorescas calles pobladas de rosedales y su principal característica: las típicas casas galesas y su afamado té. Está situado en el Valle 16 de Octubre, colonizado a fines del siglo XIX por pobladores galeses.
Alfarcito es una de las joyas perdidas en el NOA. En esta pequeña comunidad a 170 km de Jujuy aún se mantiene el estilo de vida que llevaban los collas hace cientos de años. Allí cultivaban alfalfa.
Hoy, los pobladores trabajan la tierra sembrando habas, maíz y variedades de papas, y crían ovejas y llamas. Esquilan las ovejas para los tejidos de lana de llama en verano y en las fiestas religiosas se mezclan lo católico y lo originario.