SOCIEDAD
trabajan cada vez mas en countries y edificios con amenities

“Un buen personal trainer debe ser un poco psicólogo”

Los principales entrenadores de actores, deportistas y empresarios del país analizan a los argentinos a la hora de hacer gimnasia.

Coachs. Según una encuesta realizada en gimnasios, el servicio personalizado es el más pedido.
| Marcelo Aballay

Poco se parecen a aquellos personal trainers de los 90, bronceados y musculosos, con los que muchas mujeres fantaseaban historias prohibidas. Los coach saludables actuales, que atienden a los empresarios y celebrities más importantes del país, se convirtieron, al igual que peluqueros, en consejeros de las angustias y problemas de sus entrenados.

Estos entrenadores pueden cobrar hasta 500 pesos la clase, que dura en promedio noventa minutos y, en muchos casos, se realiza en las amenities de los edificios de sus alumnos, o en los countries, lejos de las grandes cadenas de entrenamiento.  

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Todos los entrevistados coinciden en que la mayoría de sus clientes eligen la actividad física personalizada como parte de su rutina para una vida saludable y, de paso, buscan contención y escucha. “Si mi alumno está triste, estresado, ansioso, preocupado, tengo que contenerlo. Debe irse de la clase siempre sintiéndose mejor; el aspecto emocional influye en el rendimiento”, explica Verónica Segreto, entrenadora de Araceli González, Catherine Fulop y Floppy Tesouro, entre otras celebrities.

“Un buen personal trainer debe ser un poco psicólogo, contemplar y respetar sus tiempos y contratiempos, sus días no tan buenos. La empatía es parte también de la continuidad del trabajo y nuestros alumnos son clientes, amigos, compañeros, confidentes”, cuenta Sergio Verón, jefe de Educación Física de la Clínica Cormillot y fue parte del staff del programa Cuestión de Peso.

“Estoy convencido de que a las personas hay que entrenarlas teniendo en cuenta su estado físico y psicológico”, advierte Guillermo Sardi, que entrena jugadores de fútbol y pilotos de top race y de TC.

Según los resultados de una encuesta que realizó la revista Mercado Fitness durante el mes de abril de la que participaron 243 gimnasios de todo el país,  el servicio adicional –no incluido en las cuotas– más requerido en los gimnasios es el de personal training, con 50,6% por sobre otros, como los equipos de running, con 16,6%.  

Sobre la figura que buscan mujeres y hombres con sus entrenadores personales, los especialistas coinciden en que ellas hacen foco en sus piernas, cintura y glúteos mientras que ellos piden trabajar espalda, brazos y abdomen.

El caso Ibáñez. La muerte del diseñador Jorge Ibáñez, que llevaba una vida saludable y tenía su personal trainer, quien había ido a buscarlo para entrenar la mañana en que lo encontraron muerto, generó un debate respecto a si estos profesionales deben exigirle a su alumno certificados médicos. “A mis alumnos les pido que anualmente se hagan los chequeos de rutina y en general estoy en contacto con su médico de cabecera para comentarle cuáles son los objetivos planteados y escuchar sus sugerencias”, explica Jorge González Guedes, entrenador de equipos de rugby de Primera División. “Yo les exijo un estudio de aptitud física, que si bien no es una garantía de vida establece una base criteriosa para trabajar”, agrega Daniel Tangona.

Sardi señala: “Nadie está exento de una muerte súbita o una cardiopatía, pero de lo que sí estoy seguro, y lo dicen las estadísticas, es de que mueren más personas por sedentarismo que por realizar actividad física. No obstante, hay que pedir un certificado médico, además de sugerirles a nuestros clientes un examen completo, para la seguridad de ambas partes”.

 

Catherine Fulop, el cuerpo más buscado

Muchos de los especialistas consultados coinciden en que tener celebridades como clientes los posiciona, y les suma  nuevos clientes. “Los famosos son referentes y bienvenidos sean. Te permiten posicionarte, que te conozcan. Pero los trato con la misma consideración y respeto que mis otros alumnos”, reconoce Daniel Tangona, que tiene entre sus entrenados a Graciela Borges y a empresarios como Cristiano Ratazzi y Alejandro Bulgheroni, entre muchos otros.

Sin lugar a dudas Catherine Fulop es el ideal de belleza que muchas argentinas quieren alcanzar. “De Cathy lo que más admiran son las curvas, un cuerpo real y muchas quisieran sus abdominales o su cola. A ella le gusta entrenar y es súper constante. El resultado está a la vista.Pero yo no vendo magia. Trabajo con objetivos alcanzables sino es muy frustrante para el cliente estar siempre con la misma zanahoria delante y nunca poder alcanzarla”, explica la entrenadora de la actriz, Verónica Segreto.