La madre del joven secuestrado Cristian Schaerer, Pompeya Gómez, dio hoy detalles de la negociación que encaró con los captores y admitió que el último detenido en la causa admitió que su hijo fue asesinado, al dar testimonio en la cuarta jornada del juicio contra cuatro acusados por el hecho.
" José Senger me dijo que mi hijo está muerto y rompió el pacto de silencio, pero aún así conservo las esperanzas de recuperar a Cristian con vida", dijo la mujer antes de comparecer ante el Tribunal Oral Federal, frente al cual repitió tales conceptos, según indicaron fuentes judiciales.
El juicio, que en su cuarta jornada siguió a puertas cerradas para la prensa, permitió a Pompeya Gómez explayarse sobre el diálogo que mantuvo con los secuestradores hasta pagar el rescate, en noviembre de 2003, y sobre su clamor de justicia "sin sed de venganza".
"Yo lo único que pido es que me digan donde está mi hijo", repitió la mujer ante el tribunal que juzga a los imputados Néstor Barczuck, Angel Barbieri, Pamela Ramos y Judith Alvarenga, integrantes de la organización que secuestró a Cristian el 21 de septiembre de 2003.
Al término de la declaración de Pompeya fue el turno de Gastón Schaerer, hermano menor de Cristian y segundo de una larga lista de testigos que irán siendo citados a medida que avance el debate oral, que se extendería hasta abril del año próximo.
El abogado González apuntó que " Gastón tiene también cosas para decir, porque muchas de las comunicaciones sostenidas por los secuestradores, fueron con él y él estuvo con su madre siempre".
Respecto a la estrategia de los acusados, el letrado apuntó que "las dos mujeres no quisieron declarar porque vieron que desde la fiscalía hay un interrogatorio muy fuerte, del que no se podrán salvar, y salir sin responsabilidad penal".
"En ese sentido, las declaraciones formuladas por el último detenido , José Senger, modificó todo lo que tenían pensado llevar adelante los imputados, porque confirmó todo aquello que nosotros teníamos como hipótesis", adujo González.
El miércoles pasado, en la segunda jornada del juicio, Barzuck denunció que durante la instrucción fue presionado por el fiscal del caso, Oscar Resoagli, para decir que había estado con la víctima durante su cautiverio.
"Yo no tuve nada que ver, no sé nada del caso" aseguró, al tiempo que acusó a Resoagli de "manejar" la información.
En la tercera jornada, Barbieri también se declaró inocente y denunció que él y otros detenidos fueron sometidos a malos tratos por los investigadores para que se autoincriminaran en el hecho.
Cristian Schaerer fue secuestrado el 21 de setiembre de 2003 cuando llegaba en automóvil a su casa del barrio Las Tejas en la ciudad de Corrientes y pese a que en noviembre de ese año se pagaron más de 273 mil dólares de rescate, nunca fue liberado por sus captores.
Fuente: Télam y DYN
