Con la llegada de los primeros fríos, se acrecientan los accidentes domésticos por inhalación accidental de monóxido de carbono. Según indica el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), el 72% de estos accidentes ocurren por calefones con mal funcionamiento.
Es que, según advierten las compañías y los especialistas, el uso del gas para calefaccionar y cocinar puede ser fatal si no se utiliza de forma adecuada. El monóxido de carbono es una sustancia tóxica que ingresa al cuerpo a través de la respiración y es imposible de detectar porque no tiene olor, sabor ni color específicos. Por eso, aconsejan revisar periódicamente las instalaciones.
Una medida novedosa es utilizar un detector dual de gas natural y monóxido de carbono diseñado para uso doméstico. En la Ciudad, Metrogas ofrece dispositivos diseñados especialmente, con una alarma sonora y otra lumínica, que se activan automáticamente en presencia de alguno de estos gases. Son de fácil instalación en la pared, en un tomacorriente, cerca de los artefactos de gas comunes, como la estufa, calefón o termotanque.
Medidas. Entre las acciones para evitar accidentes, se recomienda instalar los artefactos con profesionales matriculados y mantener la ventilación de los ambientes. Las salidas de gases al exterior deben estar libres de obstrucciones y colocadas en forma reglamentaria.
Además, se deben evitar los aparatos de calefacción a gas en baños o dormitorios, a excepción de los de tiro balanceado. Y otra recomendación es verificar que la llama de los artefactos sea azul y no anaranjada, lo que indica un mal funcionamiento.
Las hornallas no deben utilizarse para calefaccionar ambientes, ni deben quedar abiertas las llaves de paso. En caso de intoxicaciones, se debe llevar a la persona a un ambiente con aire fresco y llamar inmediatamente a un médico.