Andrés Von Buch es un excéntrico empresario argentino. Su currículum lo presenta como egresado de las universidades de Yale, Purdue y Harvard Business School, e integrante de los directorios de varias compañías argentinas. Si por algo logró notoriedad, sin embargo, es por lo ocurrido el domingo 2 de mayo pasado, cuando se convirtió en el primer particular que "alquiló" el Teatro Municipal General San Martín para celebrar allí una fiesta privada.
Así lo reveló en su edición de este jueves el matutino Página/12, en una nota que no sólo refleja en detalle la fastuosa celebración realizada a cambio de una "donación" de 80 mil dólares, sino que además aporta las versiones que distintos voceros de la actual gestión del Teatro dieron para justificar lo injustificable: que por el mero hecho de recibir un aporte de dinero un lugar público sea pasible de usos que nada tienen que ver con su verdadera finalidad.
De hecho, por la celebración organizada por Von Buch debieron suspenderse las funciones previstas para esa noche en las salas Cabanellas y Casacuberta, lo que increíblemente fue aceptado por la dirección del Teatro en vistas de "la durísima situación financiera que enfrentamos” según dijo a Página/12 Ana María Monti, jefa de prensa del Complejo.
Mientras desde la administración Macri nadie quiso hablar sobre el tema, Monti expresó al diario cómo fueron las gestiones para tan particular fiesta: "La propuesta vino por el lado de la Fundación Amigos del Teatro San Martín. Buch se contactó con ellos y fue su presidenta, Eva Thesleff de Soldati, quien acercó la inquietud al director Kive Staiff”.
Según la nota, tanto Staiff como las autoridades del Gobierno de la Ciudad dieron rápidamente el OK para el evento, que implicó tapar el frente del edificio con un friso y montar un cuidadoso operativo para la recepción de los invitados, que a pedido del cumpleañero debieron ir disfrazados "al estilo de Las Mil y Una Noches".
Entre las 300 personas que concurrieron -todas de muy buena posición económica- estuvieron el ex ministro Ricardo López Murphy y personalidades del ámbito empresarial e industrial como Charly Blaquier, Pablo Roemmers, Cristiano Rattazzi, Martha Gancia, Luis Pagani, Octavio Caraballo y Santiago Soldati.
"Buch trajo a casi todos los empleados que trabajaron ese día. Y por suerte todavía nos siguen llegando fondos, así que no hemos podido hacer los números definitivos de lo que sacamos”, explicó Monti a Página/12, en un intento por justificar la velada a partir de lo fructífera habría sido para el San Martín merced a los aportes que cada invitado debía realizar.
Por su parte, Valeria Pérez Pardella, del área de Marketing y Relaciones Institucionales del Teatro, alude a la misma inyección de dinero para argumentar de manera aún más desembozada la situación: “Es comprensible que se recurra a estos métodos. No hay nada que ocultar: estamos teniendo problemas financieros importantes”, dice.
De acuerdo con Página/12, el San Martín estaría tan urgido económicamente debido a ciertos recortes presupuestarios que estaría sufriendo y que tendrían "relación directa" con la inversión que se está haciendo para "poner a cero" el Teatro Colón. Aunque nada parece en realidad ser válido para explicar esta novedosa "fuente de financiación".