El gobierno porteño presentó la semana pasada el programa Alquilar se Puede, mediante el cual el Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires y el Banco Ciudad ofrecen créditos a aquellos inquilinos que no cuenten con ingresos formales para que puedan garantizarse el pago de las cuotas del primer año del alquiler y las expensas; además de los gastos iniciales del contrato. El programa, que se aplica en alquileres de hasta $ 5 mil, puede renovarse al culminar el año.
Para ser beneficiarios, quienes aplican al préstamo deben residir o estudiar en la Ciudad de Buenos Aires, y el alquiler no debe superar el 30% de sus ingresos. Apuntan a familias jóvenes (de hasta 35 años), trabajadores no registrados y estudiantes de hasta 25 años que, por sus estudios, llegan a la Capital y, al no contar con una garantía, no pueden conseguir un departamento.
Desde la oposición, en tanto, las quejas se hicieron escuchar. “Lo que ofrece el gobierno porteño a través del banco público es financiar el abuso de las inmobiliarias, prestarle al inquilino para que les pague a las inmobiliarias que están fuera de la ley, porque no cumplen con la Ley 2.340 de la Ciudad”, dice el legislador Fernando Muñoz, del Frente Progresista Popular. Además, sostiene que el programa le parece una “chantada”, ya que en 2010 ya se había anunciado que el Banco Ciudad daría garantías para alquilar, pero que se desconocen los resultados de aquellos créditos. “Solicitamos al Ejecutivo que informe cuántos créditos otorgó, pero no tuvimos respuesta”, agrega Muñoz, que impulsa además la creación de una Oficina Pública de Atención a Inquilinos.