Vecinos de más de veinte barrios de la ciudad de Buenos Aires se movilizarán este miércoles 6 de septiembre a la Legislatura con un reclamo al unísono: la modificación del Código Urbanístico que rige las normas para construir en suelo porteño.
Los reclamos que comenzaron en 2018, cuando por primera vez se sancionó la nueva normativa (en 2021 tuvo una modificación), esta vez comenzaron a tomar amplitud y los vecinos de Palermo o Chacarita que reclamaban por la cementización de sus barrios comenzaron a unirse con personas de Villa Ortúzar, Villa del Parque, Caballito o Colegiales que pedían lo mismo.
Dentro de sus argumentos, expresan que la explosión de construcciones de edificios modifica la identidad de los barrios, que supieron ser de casas bajas, pero que también perjudica los servicios (agua, luz y gas) y deteriora el nivel de vida.
“Con esta protesta reclamamos nuevamente la aplicación de medidas concretas que impidan seguir adelante con el deterioro de nuestros barrios. Nos referimos específicamente a la suspensión de permisos de demolición y obra nueva que supere los 9 metros de altura e invadan el pulmón de manzana, así como también la suspensión de los certificados urbanísticos hasta tanto se promulguen las modificaciones al Código Urbanístico propuestas en los proyectos de ley presentados por las y los vecinos”, expresó en diálogo con PERFIL Sandra Barbonetti, integrante de Conciencia Urbana y vecina de la Comuna 11.
La unión vecinal tomó estado oficial en julio de este año cuando decidieron declarar la emergencia urbanística y ambiental. Parte del impulso de esta decisión fue que, más allá de las particularidades de cada barrio, los agrupados se dieron cuenta de que había problemas en común: el aumento exponencial de la constructividad (en algunas zonas de Villa del Parque fue de más del 600%); el avance sobre los pulmones de manzana; las líneas de frente y de retiro (lo que llevó a la pérdida de suelo absorbente de los jardines particulares y su masa arbórea); la saturación de usos del suelo con la proliferación de actividades comerciales en áreas residenciales por aumento de tráfico vehicular; la saturación de servicios (pérdida de presión de agua y cortes de luz cada vez más reiterados y prolongados, pérdida del arbolado urbano con sus consecuencias en el aumento de temperatura por el efecto “isla de calor”; y la destrucción de patrimonio histórico y de viviendas que le daban identidad a los barrios, enumeraron a este medio.
También exigen que se cumpla con el tratamiento de algunos de los proyectos que se fueron presentando en los últimos meses, entre ellos lo de Devoto, Villa del Parque, Ortúzar, Palermo y Chacarita.
Este medio también consultó cuáles fueron los cambios que comenzaron a manifestarse de forma palpable. “Como vecinas y vecinos que habitamos y recorremos el barrio cotidianamente, notamos que hay un crecimiento exponencial de propiedades en venta (al menos las que podemos contabilizar porque tienen carteles en sus frentes), de demoliciones y de obras en construcción. No sabemos a ciencia cierta si atribuirlo a nuestra organización y por ende a nuestros reclamos, pero de lo que sí estamos seguros es que esto no se va a detener por sí solo. La organización vecinal y la participación ciudadana son fundamentales para que nuestros reclamos sean escuchados. Por esto y ante la falta de medidas concretas por parte del Ejecutivo, convocamos a la Concentración el próximo miércoles 6 de setiembre frente a la Legislatura”, explicó Barbonetti.
Si bien los vecinos afirman que existe diálogo con el Ejecutivo local, explican que las modificaciones al CUr deben comenzar ahora mismo, expresando que hay una “destrucción” rápida de los barrios.
La respuesta del gobierno porteño
En junio de este año, PERFIL habló con el secretario de Desarrollo Urbano porteño, Álvaro García Resta, respecto del reclamo de los vecinos. El funcionario sostuvo entonces que efectivamente había mayor cantidad de construcciones, pero no era a raíz del CUr.
En otro pasaje, al ser consultado sobre la merma en la calidad de los servicios a raíz de la incorporación de más edificios que reclamaban los vecinos, había expresado que esa problemática era de las empresas que los brindaban. Esa respuesta en particular generó, en ese momento, la queja vecinal.
PERFIL consultó nuevamente a la Secretaría sobre la convocatoria de este miércoles y expresaron: “Más allá de la marcha a la Legislatura, nosotros ya nos estamos reuniendo con referentes de todos los barrios para escuchar sus propuestas, y la semana que viene tenemos una segunda tanda de encuentros para bajar esas propuestas a un proyecto de ley que contemple sus demandas”.
Más allá del diálogo, la interbarrial solicita mayor celeridad para implementar modificaciones en el Código Urbanístico, algo que en pleno año electoral y a meses de un cambio de Gobierno Nacional parece lejano.
