En el marco de una controvertida audiencia, se desenvolvió este martes 5 de julio el debate oral por el crimen aún no esclarecido de Nora Dalmasso, la mujer estrangulada en su casa del barrio Villa Golf de Río Cuarto en la madrugada del 25 de noviembre de 2006. El fiscal Julio Rivero contradijo a su colega Luis Pizarro y defendió la absolución del acusado Marcelo Macarrón, que rompió en llanto mientras escuchaba el alegato del fiscal.
Como resultado de esta resolución, el jurado popular no podrá deliberar ya que no se dan los requisitos para que el tribunal lo condene, en caso de que lo encuentren culpable.
El viudo Macarrón fue acompañado por sus hijos, Valentina y Facundo, a quienes abrazó luego de tomar conocimiento de las determinaciones del fiscal Rivero, quien afirmó: “Como soy un fiscal íntegro y no un fiscal dañino, yo voy a pedir la absolución”, argumentó.
“Seria irresponsable, oportunista y cobarde acusar”, completó Rivero y se opuso a las consideraciones del fiscal Luis Pizarro, que instruyó la causa y la elevó a juicio. Según Pizarro, Macarrón “en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, instigó el crimen de su mujer por desavenencias matrimoniales”, había considerado.
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El alegato de Rivero
El fiscal Rivero desaprobó el procedimiento de su colega Pizarro por haber decretado secreto de sumario y por haber tomado declaraciones sin control de las partes.
Durante una extensa intervención, el letrado Julio Rivero insistió en la absolución del acusado, dado que -según su óptica- no fue posible comprobar el planteo de Pizarro: “No la mató Macarrón, ni la mató un sicario. La mató una sola persona. Un hombre conocido por ella que lo más probable es que la haya estado esperando. Acto seguido se produjo un acto sexual consentido. La sujetó con ambas manos, la dejó inconsciente, tomó el cinto, hizo doble nudo para asegurarse el resultado final. Luego la cubrió con las sábanas de los tobillos al abdomen, en señal de rechazo, de respeto, de pudor, de dejar un mensaje de que no la abusó”, explicó el fiscal, al reconstruir la escena del crimen.
“¿Estoy obligado a mantener la acusación de Pizarro? Como fiscal no me puedo dejar llevar por cuestiones subjetivas ni emocionales. No puedo dictaminar cediendo a presiones mediáticas ni sociales. Debo evaluar la prueba de manera objetiva. Como fiscal no puedo torcer la voluntad de la prueba porque se me de la gana. Debo decirles que como fiscal soy el abogado de la sociedad. no me autoriza a ser tan irresponsable, tan oportunista de acusar por que sí”, consideró Rivero durante el juicio por un femicidio que permanece impune.
CA/ED
