Permitidos: humor efectivo en una comedia muy dinámica

La idea de llevar al teatro la película de Ariel Winograd Permitidos era muy buena, y más si la versión para la escena la hacía el dúctil Nelson Valente y la dirigía un comediante probado como Peto Menahem. La espera para ver el resultado terminó en la noche del viernes 5 de enero, cuando a sala llenísima debutaron en la Neruda del Paseo La Plaza (Av. Corrientes 1660, CABA). El resto fueron carcajadas constantes, una entretenida propuesta y buenas actuaciones, entre las que se destacan el siempre efectivo Mike Chouhy y Paula Staffolani, en un rol desopilante.
La historia de una pareja joven que comete una infidelidad platónica con esas celebridades por las que cada integrante tiene un crush, termina escalando a proporciones desmesuradas cuando ambos llevan ese deseo a la realidad. Este es el punto de partida de la comedia que tiene momentos hilarantes, una puesta interesante y una excelente dinámica en escena que no decae en ningún momento. 

Es así como la obra enfrenta a la fantasía con la realidad, lo que creemos que queremos con lo que en realidad nos damos cuenta de que deseamos y los aportes de un variopinto grupo de personajes secundarios que, por momentos, divierten más que los protagónicos. La dupla romántica se completa con la encantadora Rocío Igarzábal, por momentos seductora y en otros chillona al extremo (quizás demasiado), transitando los vaivenes de una vida que cambió de golpe con justeza. Chouhy se gana a la platea desde la primera intervención, aportando calidez y un poco de tontería a su Mateo. Corporiza perfectamente al hombre joven actual.
En este punto son vitales las participaciones de Abril Suliansky y Agustín Vidal Rossi, encargados de componer tanto a los mejores amigos de la pareja protagónica y otros, aportando colorido, simpatía y muchas risas. También cabe mencionar a los objetos de deseo: Sofía Jujuy Jiménez y Juan Sorini, quienes corporizan perfectamente la superficialidad que se intuye en las celebridades bellas. Pero es sin dudas el estereotipo que compone Staffolani lo que más nos hizo reír, y hasta simpatizar con su metida y acosadora Paula. 

Como decía, la dinámica está muy bien llevada por el director, marcando un ritmo que no decae, sin baches y sin interpretaciones desparejas. Sin dudas la escenografía de Lula Rojo, la iluminación de Leandro Fretes y el precioso vestuario de Gustavo Alderete (La Polilla Vestuario, quien deberá revisar con su asistente los cambios de ropa para que no se vea el vestido contrastante que la protagonista lleva debajo de otro para un cambio rápido en el final), hacen un aporte importante. Sólo les queda mejorar el audio de los micrófonos de los artistas, que suena muy artificial.

Sin dudas te vas a reír y, una vez más, vas a encontrar reflejo en alguna parte de estos personajes. Porque de eso se trata del teatro también: de hacerte pensar desde la risa. Permitidos con producción general de Rimas Producciones, Florencia Masri, Ricky Pashkus, Alejandro Zaga, Carlos Gorosito, Fernando Sokolowicz, Ximena Biosca y Estanislao Otero Valdez, tiene funciones los viernes a las 20:30, los sábados a las 21:30 y los domingos a las 21. Encontrá acá más info sobre las entradas.