OPINIóN
136 años

Acontecimiento histórico: Ley 1420

Esta ley permitió el acceso a la educación permitió reducir el analfabetismo infantil y posicionó a nuestro país como ejemplo positivo en el continente americano.

El mito de su creación aún es adjudicado a la persona incorrecta.
El mito de su creación aún es adjudicado a la persona incorrecta. | educaciontuc.gov.ar

El concepto de identidad nacional sigue siendo elemento de debate y discusión para diversos sectores de la sociedad argentina. No exento de la reiterada grieta que atraviesa nuestro país -al menos durante los últimos 18 años-, hay quienes asocian el concepto de argentinidad o identidad nacional a figuras importantes de la nuestra historia como San Martín, Rosas o Perón, mientras otros lo hacen enarbolando a personalidades destacadas como Juan B. Alberdi, Sarmiento, Roca y Frondizi. Sin embargo, nuestra tentación por abordar el concepto de nación en un marco dicotómico nos impide valorar, como tal, un acontecimiento histórico que transformó la realidad social argentina y nos ponderó como un  verdadero ejemplo en el concierto de las naciones a fines del siglo XIX. El 8 de julio de 1884, luego de varios años de acalorados debates sociales en distintos ámbitos, y principalmente en el Congreso de la Nación, se promulga la Ley 1420, de educación primaria común, laica y obligatoria en todo el territorio nacional.

El 8 de julio de 1884 se promulgó la Ley 1420, que establecía la educación primaria común, laica y obligatorio en todo el territorio nacional

Esta norma generó las condiciones propicias para universalizar federalmente la educación pública, generando en un corto plazo una baja de suma importancia en los índices de analfabetismo infantil, posicionando a nuestro país como ejemplo positivo en todo el continente americano. Además, la norma ideada inicialmente por Domingo Faustino Sarmiento, permitió generar las condiciones básicas para consolidar algo muy añorado en nuestra incipiente Patria y pocas veces asociado a su figura: el concepto de identidad nacional. La Ley 1420 permitió que los nativos, junto a los cientos de miles de inmigrantes que arribaban a nuestros puertos, se igualen socialmente en la escuela pública. Mediante saberes y valores comunes, hijos de polacos, alemanes, españoles, judíos e  italianos forjaron una verdadera gesta colectiva, de patriotismo y unidad nacional. Gracias al trabajo armonioso y dedicado de los maestros, se inculcó con perseverancia honrar a la bandera, utilizar la escarapela, entonar el himno y marchas nacionales, respetar los símbolos patrios y, más adelante, emplear el guardapolvo blanco como elemento distintivo de una sociedad de respeto al prójimo, igualadora de oportunidades, donde el mérito individual se conjugaba con el éxito colectivo. El respeto a la figura del maestro constituyó otro elemento primordial en el ideario nacional. Se transformó en un ejemplo ciudadano y en unas de las profesiones más loables. En definitiva, la Ley 1420, resultó un instrumento fundamental para consolidar el concepto de identidad nacional o conciencia de argentinidad, al cual todos anhelamos como factor insoslayable en la tan deseada unión de nuestro pueblo.

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Gracias al trabajo armonioso y dedicado de los maestros, se inculcó con perseverancia honrar a la bandera, utilizar la escarapela, entonar el himno y marchas nacionales

A 136 años de un acontecimiento que transformó nuestra sociedad en general y la educación en particular, debemos procurar que los valores de la Ley 1420 nos encuentren nuevamente juntos, consolidando lo mejor de nuestra argentinidad, a través de una escuela pública, igualadora de oportunidades