Cuanto más diversas son las empresas, mayores son las chances de éxito”, dice Isela Costantini, ex presidenta de General Motors (GM) y Aerolíneas Argentinas. Ahora es general manager del grupo financiero GST y editó el libro Un líder en vos.
“Siempre pensé en superarme, ver dónde están mis capacidades, cómo cubrir las que no tengo y qué puedo hacer para desarrollarme”, explica sobre su carrera. En GM lideró el proyecto del primer auto que se lanzó por internet y pasó a ser directora de posventa para Brasil. “Para mí era normal, pero era ‘la primera mujer’ en ese cargo”.
—¿Sintió rechazo del entorno?
—Me tocó ocupar posiciones donde antes no había habido mujeres y eso genera una reacción interesante de los interlocutores. Piensan “cómo va a hacer una mujer en esa posición. Antes hablábamos de golf, de fútbol”. Nos toca hacer entender el valor de tener mujeres y de la diversidad. Cuanto más diversas son las empresas, mayores son las chances de éxito. Hubo un momento en el que me costó imponerme, porque era la primera vez que le tocaba a un líder tener una mujer embarazada, que pensaba diferente y buscaba el consenso.
—¿Hay que sumarse al partido de golf?
—Las mujeres no tenemos tiempo. Alguna vez dije” lo que ustedes resuelven en cuatro horas en el golf yo lo puedo resolver en 30 minutos en una mesa” y se enojaron conmigo. El hombre también lo puede hacer en 30 minutos, pero se beneficia de la capacidad de relacionarse en ambientes más distendidos. Tenemos que encontrar el espacio para networking.
—¿Son últiles las organizaciones de mujeres? ¿Cómo se suma a los hombres?
—Son válidas porque hay una necesidad de conectarse con otras mujeres, que escuchen, se empoderen, pregunten. Pero el gran valor es cuando se involucran los hombres y accionan. El hombre tiene que entender que la mujer puede hacer crecer a la empresa.
—¿Cómo se avanza en una agenda de género en las empresas?
—Hay que ver qué condiciones permiten ese desarrollo. Las organizaciones tienen que ver qué ofrecen para que la mujer pueda trabajar y desarrollarse. Lo que los millennials hoy piden a gritos son necesidades que las mujeres hace años que venimos reclamando, como el home office.
—¿Y desde el Estado?
—Las licencias son importantes para que las familias puedan elegir cómo se quieren estructurar. Los padres quieren estar presentes en la educación de los hijos.
—¿Los cupos ayudan para que las mujeres asciendan?
—Yo soy fruto de un cupo, porque GM decidió que necesitaba más mujeres en el 99. El cupo permite forzar a que la organización empiece a mirar los diferentes talentos. La mujer puede ser muy capaz y no ha tenido la oportunidad. El cupo tiene validez, pero no puede ser el cupo solo por el cupo. Y si es por cumplir una cuota, tiene que permitir que la persona siga desarrollándose.
—¿Qué mujeres son sus referentes?
—Mary Barra, CEO de General Motors, es una persona a la que admiro muchísimo porque fue trabajando y desarrollándose. Y hay otros ejemplos que abrieron espacios: desde la madre Teresa de Calcuta a Angela Merkel, una mujer que puede manejar un país. María Eugenia Vidal entiende lo que es la cercanía de la política, el carisma.
—¿Cómo ve el movimiento de mujeres?
—Los movimientos tienen que tener un propósito y llevar a un plan de acción. El Ni Una Menos es un grito a lo que realmente ocurre. A raíz de esto empiezan a surgir estadísticas y números y lo importante es la fortaleza que les dan a mujeres que viven estas situaciones de violencia y que pueden estar apoyadas.
—¿Y la despenalización del aborto?
—Todo lo que sean leyes que llevan a decisiones que son muy subjetivas es muy complejo. El debate se tiene que dar porque es parte de la democracia, pero es complejo y va a volver a entrar en la subjetividad de cada caso.
—¿Tiene una posición tomada?
—No, tengo diferentes campanas que me tocan de un lado y del otro. Si pienso en ejemplos, tengo los que me llevarían a pensar de una forma pero también están los valores que uno trae que a veces se chocan con los ejemplos. Pero realmente hay casos donde uno cree que debería existir. Y se termina hablando de la prevención.
—¿Se considera feminista?
—La definición de machismo está clara pero la de feminismo quizás no. Estoy a favor de la igualdad de derechos, de la diversidad. Hombres y mujeres tienen que ocupar su espacio, con igualdad de derechos y responsabilidades, independientemente del género.