"Mal humor y dudas", "Nervios" y "Fuerte expectativa". Con esas palabras, los diarios Clarín, Página/12 y La Nación, respectivamente, abrieron la primera semana hábil de diciembre de 2001. De ese modo buscaron reflejar parte del clima que vivía la sociedad de cara a la primera jornada de "corralito" anunciada por el presidente Fernando De La Rúa y el ministro Domingo Cavallo el fin de semana.
Ese lunes, la portada de La Nación llevó un título que buscó desdramatizar la situación de incertidumbre que reinaba. "Será más fácil sacar tarjetas de débito y abrir cajas de ahorro", eligió ese matutino que replicó declaraciones de algunos dirigentes de bancos que anunciaron el abaratamiento de algunos costos operativos y también que "los jubilados no tendrán límites para extraer sus ahorros".
Curiosamente, uno de los que habló fue Roberto Feletti. El actual secretario de Comercio del gobierno de Alberto Fernández integraba en ese momento el Frepaso, una organización política de centroizquierda que había abandonado un año antes la Alianza gobernante, y era presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires. "Yo le pediría a la gente que esté absolutamente tranquila de que su ahorro no ha sido tocado, está disponible por nuevos sistemas de medios de pago y que tome su tiempo para tomar decisiones", decía.
Para despejar las especulaciones y mostrar una supuesta fortaleza, el día anterior, De La Rúa había grabado su primer mensaje tras el anuncio. "Aquí no hay devaluación: se mantiene la convertibilidad y se respeta la propiedad de los depósitos", dijo para buscar llevar tranquilidad. Sin embargo, lo que resonó fue la frase: "Estamos ganando".
Esas dos palabras entrecomilladas fueron llevadas a la portada de Página/12, que usó un estilo de tapa que buscó ironizar con ese intento del Gobierno de mostrarse fuerte, con apelaciones al discurso de la dictadura en plena guerra de Malvinas. Para el diario, De La Rúa buscó "darle tono épico" al nuevo escenario económico, y eso fue graficado con una foto de gran tamaño del titular de la Casa Rosada en la Quinta de Olivos con sus brazos extendidos y un cielo completamente celeste.
Durante el fin de semana, después de los anuncios, las expresiones públicas se habían multiplicado en varios sectores. Uno de los que habló el día anterior y fue reflejado en el papel fue Rodolfo Daer, que en ese entonces era titular de la CGT (oficial) que actualmente conduce su hermano Héctor. "Ahora la desocupación se irá a la estratosfera", decía y replicaba Página/12.
También se replicaban declaraciones del entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el peronista Carlos Ruckauf, quien anticipaba que iba "a pataconizar más la economía" y buscaba ofrecer una alternativa sin las restricciones del "corralito" (NdR: los patacones eran bonos o cuasi monedas emitidos para pagar salarios). Elisa Carrió, que por aquel entonces era diputada nacional por el radicalismo y si bien había apoyado la campaña presidencial de De La Rúa, ahora lo criticaba, decía: "Esto fue diseñado por los bancos para salvarse ellos sin preocuparse por la gente".
El diario Clarín, por su parte, llevó como título del lunes 3 de diciembre "Claves para entender mejor el nuevo plan", a modo de buscar despejar dudas ante tanta incertidumbre social.
Además de dar cuenta de que los jubilados no eran alcanzados por el corralito que supuestamente iba a durar 90 días y de las nuevas "facilidades" para blanquear trabajadores, el matutino prometió en su tapa: "La historia secreta de cómo Cavallo y (el asesor económico, Horacio) Liendo armaron el plan". Algo que también marcaba la agenda del nuevo panorama económico era el surgimiento de las nuevas tarjetas de débito, que el gobierno promocionaba.
Mientras tanto, las tapas también eran ocupadas por la información deportiva: Racing había empatado 1 a 1 frente a River y eso se leía como un paso más camino al título del Torneo Apertura. No menor era el frente político internacional: la escalada de violencia en Medio Oriente entre Israel y Palestina era replicada por las tapas de Clarín y La Nación.