Las puertas se cerraron en el piso 12 del Sheraton de Mar del Plata. Empresarios, políticos, sindicalistas y ONGs debatieron cómo blanquear la plata negra que financia a la política y demostraron que la mayoría cree que las empresas deberían volver a aportar fondos a las campañas electorales, hoy prohibido por la última reforma de la ley.
“El 80 % de lo que se gasta en una campaña es plata negra” y “las rendiciones de cuentas de los partidos políticos son dibujos” fueron dos de las frases que los dirigentes políticos se animaron a sincerar durante el almuerzo celebrado ayer, en el marco del 53º Coloquio de IDEA. El encuentro, que reunió a unas 200 personas, fue organizado junto a Fundación RAP, CIPPEC y Poder Ciudadano, que vienen debatiendo la problemática junto a dirigentes y técnicos desde 2016.
La conclusión del almuerzo: el oficialismo y un sector de la oposición quiere que las empresas vuelvan a financiar la política, pero en blanco y con topes para “restringir el nivel de influencia sobre los partidos y candidatos”. La principal necesidad es abrir a los electores de dónde viene el dinero de las campañas y en qué se gasta realmente. El financiamiento privado de los que deben gobernar y legislar volverá a traer los conflicto de intereses y la incidencia del poder económico en las políticas públicas, pero este grupo, que viene analizando la problemática, asegura que la prohibición abrió agujeros negros que favorecieron el ocultamiento del verdadero origen de los cientos y miles de millones que se gastan los principales partidos en cada campaña electoral; que profundizó la corrupción y el saqueo del Estado; y la inequidad entre los partidos.
El almuerzo fue uno de los encuentro por fuera de la agenda de IDEA y los organizadores eligieron qué empresarios, políticos, funcionarios y medios participarían del encuentro, al que se sumó PERFIL. Las pautas: los periodistas podían informar lo que se iba a debatir pero no identificar quién diría qué.
Los expositores fueron los diputados Margarita Stolbizer (1País), Fernando Sánchez (Cambiemos) y el senador Dalmacio Mera (PJ-FPV), pero luego se abrió el debate entre los comensales. Laboratorios, sector financiero, agro, comunicación, algunos de los rubros empresariales. A la hora del debate, ninguno de los empresarios presentes planteó explícitamente que está de acuerdo con reformar la ley para que las empresas vuelvan a financiar la política abiertamente.Los grandes ausentes fueron los macristas de paladar negro, miembros del entorno más cercano al presidente Mauricio Macri.
“El financiamiento de la política es el pecado original”, planteó un dirigente del empresariado para abrir el debate. Desde la política, le contestaron: “El pecado original no es financiar la política sino financiarla ilegalmente”. Las formas de pecar en este rubro van desde el saqueo de fondos estatales que se camufla con aportes particulares de funcionarios o legisladores; y gerentes de empresas que figuran aportando cuando se sospecha que los fondos provienen de las compañías que los emplean; hasta dinero del narcotráfico; del lavado; del contrabando.
“Yo pensaba que el camino era que el financiamiento de las campañas fuera exclusivamente con fondos del Estado, pero hoy reconozco que me equivoqué. Cuando se prohibieron los aportes de empresas en 2009, el ocultamiento creció”, afirmó un funcionario. “Ese informe de gastos de campaña que entregan los partidos tras 60 días de la elección es un dibujo. Los gastos se tienen que registrar en tiempo real”, agregó.
Money. Lo que quedó sobrevolando y no terminó de profundizarse en el debate es cómo hacer el ajuste en los gastos de campaña y lograr bajar los costos, una de las causas centrales de la búsqueda de fondos negros. Fue un miembro de la CGT quien lo planteó de forma más directa: ¿cuesta realmente lo que pagan? ¿En qué se les van los cientos o miles de millones de pesos? Hubo otro planteo de la central obrera: si los empresarios van a financiar a sus candidatos favoritos entonces los sindicatos también quieren poder hacerlo. Hoy lo tienen prohibido por ley.
El almuerzo dejó a algunos políticos con sabor agridulce. No esperaban confesiones de parte, pero sí una autocrítica de los empresarios y el Poder Judicial por su rol en el problema de fondo.
En privado. La corrupción y el rol del poder económico en la complicidad con la política fue uno de los ejes del coloquio de IDEA. Acotado o no, el debate quedó sobre la mesa. “Dejen de pasar la pelota para este lado y hagan gestión en vez de campañas”, dijo con tono ofuscado un empresario del palo financiero.
Después del almuerzo, uno de los oradores con mayor convocatoria en los paneles abiertos para el empresariado fue Jorge Lanata. Un ejecutivo de Mercado Libre le preguntó cuál era el desafío o planteo que el periodista le haría a los empresarios. La respuesta le sacó la sonrisa a la mayoría: “No puedo creer que gente con tanta plata sea tan cobarde”.
El documento que emitirán los organizadores del almuerzo será presentado al Poder Ejecutivo y planteará una serie de cambios que pueden reducir los riesgos pero no suprimirlos: que se eliminen los aportes de campaña en efectivo y el circuito de dinero quede completamente bancarizado para garantizar la identidad del aportante y el origen del dinero. Reforzar los controles a través de los organismos de control financiero y fiscal y que hacer que las multas y sanciones a los infractores se sienta. Abrir online todos los movimientos financieros de los partidos, aportes y gastos.
“Que esto se haga efectivo el año que viene, antes de las próximas elecciones”, pidió un funcionario en referencia a una reforma legislativa que el oficialismo ya tiene redactada. “¿Quién va a ser el responsable del control y las sanciones?”, se preguntó escéptico un miembro de la Justicia.