Como nunca antes en la historia, las mujeres llegan a posiciones de dirigencia política y empresarial en el mundo, pese a que hay barreras que aún no pueden romperse. Si bien hay un aumento de estos casos, en el último tiempo –según una encuesta– se observó una caída en la confianza en las mujeres líderes.
The Reykjavik Index for Leadership, una encuesta anual que compara cómo se ve a hombres y mujeres en términos de su idoneidad para puestos de poder, mostró que la confianza en las mujeres líderes bajó notablemente durante 2021.
Se trata de la primera disminución en este índice desde que Kantar Public, una empresa de asesoramiento de políticas públicas, comenzó a recopilar datos en 2018. En esta oportunidad, se analizaron los datos de 14.000 encuestados.
Empresas con el 30% de mujeres líderes tienen mejores resultados
En Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, el Reino Unido y Estados Unidos, naciones del G7, menos de la mitad de los encuestados (47 %) dijeron que se sentían "muy cómodos" teniendo a una mujer como directora ejecutiva de una empresa importante en su país, por debajo del 54% del año anterior, consignó BBC.
Mientras que los hombres fueron significativamente más propensos que las mujeres a ser críticos con una líder femenina, uno de cada 10 encuestados dijo que explícitamente no se sentiría cómodo con una directora ejecutiva.
En relación a las preguntas sobre mujeres líderes políticas, las respuestas siguen la misma línea: solo el 45% de los encuestados en el G7 dijeron que se sentían "muy cómodos" con una mujer al frente de su gobierno, frente al 52% que se había logrado en 2021.
Expertos consultados por el mencionado medio esgrimieron como razones posibles que “la misoginia institucional y el sesgo de género se vieron potenciados tanto por el panorama político reciente como por la pandemia”.
En primer lugar, apuntan los especialistas, se trata de un una reacción a la crisis e incertidumbre actual que atraviesa el mundo en general y que, en esos casos, los seres humanos tienden a preferir lo “seguro y protegido”. En el caso de los liderazgos, aún muchos lo asocian al hecho de que los hombres esten a cargo.
Por otro lado, durante el año de mayor crisis por el Covid-19, en su mayoría las mujeres se abocaron a los cuidados familiares y “abandonaron el mercado laboral remunerado”, lo que resultó en un "endurecimiento de los viejos supuestos tradicionales" y una profundización del sesgo sobre el rol de las mujeres.