La segunda audiencia de la semana y la séptima en lo que va del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa se concentra este martes 10 de enero en una pericia clave. Se trata de la scopometría que se le practicó a una zapatilla ensangrentada que, todo indica, es del acusado Máximo Thomsen.
La zapatilla en cuestión fue secuestrada horas después del asesinato de Báez Sosa en Villa Gesell, el 18 de enero de 2021. En un principio, como parte de la falsa acusación contra el remero Pablo Ventura, Thomsen dijo que la zapatilla era de este joven falsamente acusado. Ventura lo negó y con un dato simple: calza por encima de ese talle.
Sin embargo, los especialistas del Laboratorio Scopométrico de la Policía Federal desarrollan este martes su explicación acerca de la técnica que aplicaron para concluir en Thomsen. Ello porque la zuela quedó marcada en la cara de la víctima post golpiza.
Julieta Báez Pini, experta en criminalística y rastros, contó que se untó con tinta la planta de los pies de los acusados y una de ellas se veía "perfectamente". La zapatilla en cuestión es una marca Cyclone, de lona y tela, que todavía tenían sangre en sus punteras blancas.
En Mar del Plata se realizó el estudio que después fue entregado a la Justicia. Constó de la realización de impresiones del pie del sospechoso en varias posiciones y la utilización de un equipo especial para establecer comparaciones.
La séptima audiencia del juicio
A propósito, este martes declaró María Emilia Salamendi, una de las personas que trabajó sobre el peritaje de los pies de los dos rugbiers que fueron sobreseídos, Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, y de tres de los acusados, Cinalli, Comelli y Ciro Pertossi.
"Se hizo descalzar a los imputados y se le tomó la medida de los pies", explicó y, anecdóticamente, señaló que "eran tan grandes que no entraban en una hoja A4".
A Salamendi le siguió María Luján Molina, quien tomó la medida de los pies de Thomsen, Viollaz, Benicelli y Lucas y Luciano Pertossi. Su testimonio fue breve y resaltó que Thomsen, el más comprometido de los ocho acusados, calza entre 40 y 41.
Caso Fernando Báez Sosa: el video que muestra la violencia de Máximo Thomsen
Más temprano, un funcionario del Ministerio Público Fiscal (MPF) mostró y analizó los chats posteriores al ataque de los acusados.
En particular, Blas Cinalli fue uno de los primeros en contarle a otro grupo de amigos sobre la brutal paliza que su grupo le había dado a Fernando y a sus amigos. "Nos peleamos, ganamos contra unos chetos, los rompimos", celebró en el chat que no compartía con el resto de los implicados.
"Amigos, flasheamos, matamos a uno", le confesó posteriormente a un amigo y señaló que "todo Villa Gesell" estaba hablando del tema, al mismo tiempo, en otros dos grupos distintos, reiteró que habían mandado a la víctima al hospital sin signos vitales.
AS / MCP