Ghislaine Maxwell, cómplice del difunto Jeffrey Epstein en la articulación de una red de pedofilia, denunció abusos físicos por parte de un agente penitenciario, durante una requisa dentro del Centro Metropolitano de Detención de Nueva York.
La abogada de Maxwell, Bobbi Sternheim, resaltó en una carta dirigida a la jueza neoyorquina Alison Nathan una situación insostenible para su clienta. Según Sternheim, se encuentra "a merced de los guardias" que la vigilan.
"Es mantenida bajo observación por un grupo de entre dos y seis agentes mediante una cámara de vigilancia que monitorea cada movimiento, excepto los comportamientos inapropiados", precisó.
Acto seguido, admitió que "recientemente fue abusada físicamente en el curso de una revisión" y que "cuando Maxwell pidió que la telecámara sea encendida, el guardia le respondió que no".
Frente a un intento de denuncia por "el tratamiento sufrido", el recurso se le habría denegado y hasta fue supuestamente amenazada con una posible "acción disciplinaria".
No está claro aun si la descripción detallada y cruda de las condiciones carcelarias de Maxwell se traducirá en una posible salida en respuesta a los daños sufridos. Sin embargo, sus letrados ya lo pidieron dos veces y se les fue rechazada en ambas ocasiones.
Maxwell fue arrestada en julio de 2020 tras recibir cargos por ayudar a Epstein a abusar de menores además de haber participado en festines organizados para satisfacer los apetitos sexuales de su esposo.
En agosto del 2019, El financista neoyorquino sería también sentenciado por el mismo delito. Días después de ser encarcelado, se quitaría la vida en su celda. Otra de las hipótesis señala que fue asesinado por orden de algunos de sus "amigos poderosos" para impedir que revelase secretos.
JFG