A poco más de 55 kilómetros de Capital Federal se encuentra la localidad de San Vicente, el lugar donde Juan Domingo Perón compró un predio antes de convertirse en presidente de la Argentina y fue el lugar que eligió para que sus restos descansen en paz. Con una extensa muralla que separa el predio de la calle, en el ingreso se anuncia con un cartel que indica que uno está en la casa que compartió con su segunda esposa, Eva Perón. Quizás lo que más impacta en el sitio que más tranquilidad le daba en vida al líder político es toparse con tres esculturas gigantes, roídas por el paso del tiempo, que representan al matrimonio junto a un trabajador pero con la peculiaridad: tanto la figura del líder político como la de su mujer están decapitadas. Símbolo de la grieta política que atravesó el país desde tiempos inmemorables, las figuras se encuentran emplazadas para que sea de las primeras cosas con las que se topan los visitantes.
Este lunes 1 de julio se cumplen 45 años de la muerte de Perón, presidente de la Argentina en tres oportunidades. Las políticas que impulsó durante sus mandatos tuvieron gran incidencia en la economía e historia del país, fue amado e idolatrado por un sector de la sociedad pero también, criticado y repudiado duramente por otro. A Eva Duarte la conoció a principios de 1944 durante un acto benéfico en el Luna Park y con quien compartió entre otras cosas, esta casa de fin de semana en San Vicente, donde ahora funciona el Museo 17 de Octubre.
Jorge Boccoli, su director, precisó a PERFIL: "En el museo se exhibe una muestra con los tres pilares fundamentales de la doctrina justicialista: justicia social; independencia económica y soberanía política. También tenemos aquí un auto que perteneció a Perón que le regaló el director de Fiat, dicen que lo usó solo una vez. Este vehículo sufrió daños el 17 de octubre de 2006, el día en que dos facciones se enfrentaron durante el traslado de los restos del expresidente".
La casa. La construcción posee 400 metros cuadrados con el detalle de que todos sus ventanales tienen vista al parque. Se trata de un clásico chalet de la década del '40, frente de piedra y techos de tejas a dos aguas que fue diseñada por él y por Eva. Allí pasaban sus fines de semana. Para Perón, según él mismo decía, era el lugar donde empezaba la Pampa. "Cuando llegaban acá cada viernes, le decían a las 13 personas que trabajaban acá que se vayan y ellos quedaban solos. Perón le hacía asados y le preparaba tallarines caseros y risotto con champiñones a Eva para agasajarla. Ella por su parte se ocupaba de buscar agua del aljibe para regar los rosales que rodeaban la casa. Ambos preservaban mucho su intimidad, de hecho casi no hay imágenes del interior de la casa”, completó Boccoli.
El predio. Si bien lo que pueden recorrer los visitantes son el mausoleo; una parte del predio y la casa (la cual en este momento se encuentra cerrada al público por remodelación), el lugar en sí es gigantesco. Posee 19 hectáreas, de las cuales solo 9 están habilitadas. Hay un tupido terreno se plantas y árboles el cual lleva a una laguna interna.
El Torreón. Desde allí, Perón dio algunos de sus discursos que se transmitían por radio. También, enviaba al pueblo su saludo por las fiestas navideñas.
Los árboles del general. “Hay muchas especies de árboles acá y dicen que las plantó el propio Perón. También dicen que bajo dos alcanfores que hay situados detrás de la quinta, donde el exmandatario se sentaba porque el aroma de los mismos ahuyentaba a los insectos, redactó las bases de la Constitución de 1949”, donde “se incluyeron por primera vez los derechos de los trabajadores, de la tercera edad y de los niños”, detalló el director del espacio.
El mausoleo. La construcción del lugar donde descansan desde 2006 los restos de Perón comenzó en 2004 y se construyó con aportes patrimoniales de dirigentes y entidades. Además, se abrió un concurso para elegir el proyecto de mausoleo donde se fusionaron las ideas de tres estudios de arquitectura, que donaron sus trabajos. Una importante cantidad de placas en una pared; los escudos de las banderas de todas las provincias ubicados en el césped; un pequeño oratorio y otra pared con una imagen de Perón y Eva abrazados, son la antesala para llegar al lugar donde descansan los restos del expresidente.
Las estatuas sin cabeza. Las esculturas fueron realizadas en mármol de Carrara por el escultor italiano Leone Tommasi e iban a formar parte del ‘Monumento al Descamisado’ y también sería el mausoleo de Evita. El mismo se iba a emplazar en donde se encuentra actualmente la Floralis Genérica, en Palermo, con una figura central de 120 metros en el centro y rodeada de otras 16 de 5 metros cada una. El trabajo más delicado del megamonumento, la figura que cubriría la tapa del féretro de Evita, fue encomendada a Juan Carlos Pallarols Cuní, padre del reconocido orfebre que confecciona los bastones presidenciales argentinos en su taller de San Telmo. Ese proyecto quedó trunco con la muerte de Eva, por lo que luego, cuando llegó la Revolución Libertadora del ‘55, las encontraron en el taller del escultor; les cortaron la cabeza y las arrojaron al Riachuelo. En 1996, fueron recuperadas en medio de tareas de saneamiento que se hicieron allí y Eduardo Duhalde las mandó a San Vicente. “La gente cree que les falta la cabeza porque el día del traslado de Perón hubo disturbios y se arrojaron cosas, y entre ellas, creen que rompieron las cabezas y las arrojaron al aire, pero eso no es así”, cuenta una de las guías del lugar.
El tren presidencial. En la Quinta hay una réplica de una estación ferroviaria donde se exhibe el tren que era utilizado por los distintos presidentes argentinos y que usó Perón para llegar hasta Salta en 1951 cuando se encontraba en campaña para su reelección. Se trata de tres vagones, donde uno de ellos tiene una especie de balcón que el entonces presidente mandó a ponerle para salir y tener contacto en cada estación que paraba, con su pueblo.
Por qué los restos descansan en San Vicente. “Estuve en la comisión pro-mausoelo y se discutió mucho el lugar donde debían descansar los restos de Perón, porque él había dicho que quería descansar en la tierra que lo había visto nacer y el nació en Lobos. Pero se hizo finalmente en San Vicente donde él dispuso hacer un chalet -que hoy es un museo-muy parecido a los del Barrio Evita. Una casa a dos aguas con las famosas tejas españolas. Con un espacio amplio por dentro, un lugar cómodo donde todos los sábados iba con Evita a estar solos y hacer vida familiar. Perón manejaba hasta llegar allí por un camino de tierra en esa época”, aseguró el histórico dirigente peronista Lorenzo Pepe en diálogo con PERFIL.
“A través del tiempo se agiganta la figura de Perón y toda la obra que realizó con un sentido revolucionario muy profundo. Fue un cambio sustancial en lo político; económico y social muy profundo que ha marcado a la sociedad argentina yo creo, por siempre. Se ha incorporado una ideología nacional y popular por antonomasia, o sea, muchos otros pueden asumir la misma actitud pero ninguno tuvo la oportunidad de llevarla a cabo como durante 9 años y unos meses, que fue el tiempo que duró su primer gobierno y la mitad del segundo, de la manera y la profundidad que lo hizo él”, agregó el secretario general del Instituto Juan Domingo Perón.
Traslado e incidentes. El 17 de octubre de 2006, Día de la Lealtad Peronista, los restos de Perón fueron trasladados desde el cementerio de la Chacarita -donde la tumba sufrió una profanación y sus manos fueron robadas- hasta la Quinta de San Vicente. La jornada se vio empañada por una serie de enfrentamientos entre facciones de diferentes gremios y hubo 50 personas heridas. Emilio "Madonna” Quiroz, chofer en ese entonces de Pablo Moyano fue captado por las cámaras de televisión mientras realizaba disparos en medio de la multitud. Estaba pautada la presencia del entonces mandatario Néstor Kirchner en el lugar, pero los planes debieron cambiarse cuando comenzaron los desmanes.
El recorrido tomó unas cinco horas y fue acompañado masivamente por vecinos y militantes que querían homenajear al fundador del Justicialismo.
Cómo llegar
El Museo 17 de Octubre se encuentra abierto de martes a viernes de de 9 a 16 y sábados y domingos, de 11 a 16. La entrada cuesta $60 pesos para el público general y $30 para los jubilados.
