Todos los conflictos bélicos dejan postales de guerra y escenarios desgarradores y el librado entre Rusia y Ucrania no es la excepción. Muchas personas se ven obligadas a vivir historias de separación, angustia y desesperación. En este caso, la reportera argentina Sol Macaluso narró el duro pedido que recibió de parte de uno de sus compañeros de trabajo.
La jóven se encontraba transmitiendo en directo desde Leópolis, Ucrania, para El Programa de Ana Rosa (Telecinco), donde trabaja desde que vive en España, cuando se tomó un momento para hablar sobre la cruda situación por la que están pasando los civiles ucranianos e incluyó su propia historia como ejemplo.
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“Creo que nadie está preparado. A esta gente la conozco hace más de un mes, hemos compartido todo el día. Es muy duro que se tengan que quedar a defender su país y dejar a su familia”, relató Macaluso entre lágrimas tras revelar que Max, su guía en Ucrania y parte de su equipo de trabajo, le pidió que se llevara a su hija ya que él debía ir a la guerra.
“Es muy duro que se tengan que quedar a defender a su país, dejar a su familia, y que vengan y te digan ‘por favor, llevate a mi hija y hazte cargo de ella, que no le falte nada’. ¿Qué le vas a decir? No hay palabras”, continuó relatando la cronista y aseguró que se llevaría a la niña: “Es mi familia ahora, es mi hermana”.
Horas más tarde, la periodista amplió la historia en su cuenta de Instagram donde comunicó que la hija de su guía se iría con otra trabajadora de su equipo que regresaría a España dado que ella continuaría con la cobertura en Ucrania: “A la hija de Max, nuestro fixer, se la lleva una pequeña gran gigante de nuestro equipo (@martinageca) que regresa a España”.
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Por otra parte, en relación a su situación personal, Macaluso contó que se encontró en una encrucijada frente a la oportunidad de volver a territorio español pero optó por permanecer en Ucrania: “En principio iba a regresar a España pero decidí, por mi compromiso con la profesión y mi compromiso con mi camarógrafo, quedarme en Leópolis unos días más”.
“No sé, no hay palabras para lo que uno siente. Por un lado, por supuesto las ganas de ir, de estar con mi familia, de verlos y que estén más tranquilos. Por otro lado, el amor y el compromiso con la profesión”, agregó la periodista sobre los motivos que la llevaron a tomar la decisión de permanecer en el país en conflicto.
AS./FL
