El ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, llegó en helicóptero y sin custodia a la protesta de colectiveros por el chofer asesinado esta madrugada y fue atacado brutalmente por los manifestantes. Apenas se acercó al lugar comenzó a recibir insultos y pronto fue acorralado y golpeado. “Tranquilos”, se les escuchaba decir al funcionario bonaerense.
A medida que avanzaba caminando se escuchaban las agresiones destinadas al Ministro de Seguridad de la provincia y cuando estuvo cerca se armó un coro de quienes estaban protestando con un insulto conjunto hacia el funcionario. En pocos instantes recibió un golpe, luego lo tiraron al piso, lo acorralaron contra un paredón. Finalmente pudo ser resguardado por un grupo de personas, algunos choferes y policías de la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras los choferes no cesaban en insultos y pedidos de renuncia. “Nos están matando todos los días”, le gritaban. “Tranquilos, no soy un mentiroso, trabajamos con todos”, les pedía Berni ensangrentado, con golpes visibles en su cara y su cabeza.
En un momento los manifestantes corearon: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Cuando los ánimos se calmaban un poco, Berni insistía con que él estaba ahí para ofrecer soluciones. “Hicimos todo lo que nos pidieron, trabajamos juntos”, sostuvo en esa situación completamente tensa.
“Si estoy acá es porque me interesa”, insistía. “Entiendo el problema perfectamente, por eso estoy acá y me banco lo que sea, por eso no me voy corriendo”, sin embargo, la gente estaba entre furiosa y desesperada y el contexto era sumamente peligroso para todos los que estaban allí presente.
La llegada de la Policía de la Ciudad
A las 12.20, llegó la Policía de la Ciudad para escoltar al ministro, donde comenzaron a registrarse incidentes entre los choferes y las fuerzas de seguridad, que arrojaron gas pimienta y realizaron un cordón para trasladar a Berni, que no quería irse y tuvieron que llevarlo por la fuerza del lugar, forcejeo mediante.
También comenzaron a cantar "que se vayan todos" mientras Berni intentaba sacarse de encima a las fuerzas de seguridad que responden a Horacio Rodríguez Larreta.
El crimen del chofer Daniel Barrientos
Daniel Barrientos era un chofer de la línea 620 que recibió un disparo en el pecho durante un intento de asalto a bordo del micro que manejaba en Virrey del Pino, La Matanza. El "Capitán", como lo llamaban sus compañeros de trabajo, tenía 65 años y estaba a un mes de jubilarse. Por ese motivo, más de 50 líneas de colectivo decidieron realizar un paro.
Según informaron fuentes policiales, cuando circulaba por el cruce de las calles Bernardino Escribano y Cullen, en el barrio Vernazza de Virrey del Pino, dos hombres subieron al colectivo a robar al chofer y a los pasajeros. Un hombre que viajaba en el colectivo era policía y se identificó, por lo que uno de los asaltantes comenzó a disparar. Uno de los tiros hirió en el pecho a Barrientos, quien murió. Los asaltantes siguieron disparando contra el efectivo, hasta que lograron bajar del colectivo y escapar en un auto.
La investigación para esclarecer el hecho quedó bajo la órbita de la UFI Temática de Homicidios de La Matanza con el fiscal Gastón Dupláa.
El oficial que protagonizó el tiroteo, que se desempeña en el Departamento Operaciones Urbanas de Contención de la fuerza porteña, volvía a su domicilio luego de prestar servicios. Por lo pronto, no está imputado de ningún delito y declara como testigo en la causa. Su arma fue secuestrada para ser peritada. Según publicó la agencia Télam, un joven fue detenido por el hecho a mediados de la mañana del lunes.
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