El exsenador Esteban Bullrich arrancó el año rodeado de sus afectos luego de haberse retirado de la escena pública para dedicarse al tratamiento de ELA, la enfermedad degenerativa que padece, dando un conmovedor discurso en el Senado en el cierre del 2021.
Con el fin de cumplir con sus nuevos objetivos, entre ellos dedicarse a su familia, Esteban Bullrich salió de paseo a Temaikén, el bioparque ubicado en la localidad bonaerense de Escobar, y compartió sus emociones en las redes sociales, especialmente el emotivo momento vivido con su pequeña hija Paz.
“Ayer fuimos a Temaikén en familia. Mi hija Paz manejó mi silla. Felicidad”, publicó el exsenador el jueves 6 de enero en sus redes junto a un video en el que se ve a la niña acompañando a su papá en el recorrido y ayudándolo a dirigir su silla de ruedas.
Las imágenes se viralizaron rápidamente y generaron reacciones entre los usuarios en su mayoría con mensajes de apoyo y afectividad hacia el exdirigente del PRO.
ELA, la enfermedad de Esteban Bullrich
Bullrich, de 52 años, padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa que provoca parálisis muscular y entre otras consecuencias, afecta el habla, según contó el exsenador en abril del 2021 al hacer público el asunto. "Esta enfermedad no me define. Vivo una vida feliz y maravillosa y este desafío me pone frente a la necesidad de hacer más cosas y de hacerlas mejor", sentenció Bullrich a mediados del año pasado.
Con el paso del tiempo, el ex ministro de Educación sufrió un deterioro importante en su salud que lo obligó a renunciar a su banca como senador nacional por la provincia de Buenos Aires en diciembre pasado, momento en el que dio un conmovedor discurso de despedida que conmocionó al país.
“Renuncio a mi banca con profunda tristeza”, comenzó diciendo el dirigente de Juntos por el Cambio el pasado 9 de diciembre en su despedida del Senado, para dar inicio a un discurso de varios minutos realizado a través de una aplicación que reproducía su mensaje a causa de la atrofia en el habla que padece producto de la enfermedad.
El mensaje de Esteban Bullrich en las remeras de su fundación: "No estoy borracho, tengo ELA"
“Agradezco primero a Dios por esta cruz. Esta cruz me ha permitido recibir infinitas muestras de cariño y amor diariamente. Esta cruz que me ha enseñado que la vida es hoy y el mañana, el mañana es esperanza. No hay hombres imprescindibles, hay actitudes imprescindibles”, afirmó Bullrich, quien se mostró compungido en varias oportunidades, mientras era contenido por su esposa en su banca de la Cámara alta.
Desde aquel día, Bullrich se dedica al tratamiento de su enfermedad, a la fundación que creó con el fin de ayudar a otros que también la padecen, y a disfrutar de momentos con su familia.
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