El anuncio del presidente Alberto Fernández de la ya descontada extensión de la cuarentena dejó un fallido que generó eco en redes sociales, cuando señaló "esta semana estuve en Skanska...", un error que trató de corregir enseguida señalando "no, en Scania", provocando el momento más incómodo de la conferencia de prensa en la que oficializó que el aislamiento social por la pandemia de coronovirus seguirá hasta el domingo 7 de junio. La palabra Skanska, empresa sueca que ya se fue del país, quedó irremediablemente asociado a la corrupción kirchnerista, en un caso que alumbró justamente por una investigación de Diario PERFIL y que tocó muy de cerca al propio Alberto Fernández, que en ese momento el jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
La causa tuvo como eje el proyecto de Ampliación de Gas 2005, par expandir la capacidad de transporte de gas natural que comprendía la instalación de gasoductos (los sistemas norte (TGN) y sur (TGS)), obras serían financiadas por un fondo fiduciario administrado por Nación Fideicomiso y las presuntas coimas -pagadas en forma de sobreprecios- se habrían concretado luego de que se modificara la forma de licitación. Alberto Fernández siempre sostuvo que el caso fue "un acto de corrupción entre privados".
La empresa sueca anunció a fines del 2014 que se iba del país y abandonaba además sus operaciones en la región. De acuerdo a la investigación, las diferencias entre los precios presupuestados para todas las obras y lo pagado se estima en 185 millones de pesos, aunque las obras que comprendieron los tres contratos de Skanska ascendieron a aproximadamente 82 millones de pesos. La causa se inició en 2005 y, en una primera instancia, una grabación clave de un directivo de Skanska había sido declarada nula, lo que permitió, por ejemplo, que resultaran sobreseídos varios acusados, pero en 2016, y tras una orden de la Corte Suprema de revisar la validez o no de aquella prueba, la Cámara Federal porteña dio por válidas las grabaciones y el juez Sebastián Casanello dispuso las indagatorias de Julio De Vido y José López, a pedido del fiscal Carlos Stornelli.
"Estuve ayer creo que fue en Tucumán, antes de ayer en Skanska...", dijo el Mandatario, "Skanska no, Scania" agregó casi de inmediato, buscando con la mirada alguna ayuda del gobernador bonaerense Axel Kicillof, que estaba sentado a su izquierda, pero este se limitó a mover un par de veces la cabeza y acercarse al micrófono:
Por supuesto las redes sociales reaccionaron de inmediato a la gaffe presidencial, con toda clase de alusiones que por supuesto se mostraban a cada lado de la grieta, Así mientras muchos partidarios del oficialista destacaban con sus posteos la importancia de que el Gobierno "siga ayudando a la gente y no se deje extrsionar por quienes presionan pidiendo el fin de la cuarentena", mientras los filosos dardos opositores consideraban que se había tratado de un error garrafal.
Luego de interminables demoras, finalmente el caso fue elevado a juicio oral en octubre de 2019, con De Vido, el ex secretario de Obras Públicas José López, junto a Néstor Ulloa, entonces gerente general de Nación Fideicomisos, y otros 28 acusados de administración fraudulenta y cohecho.
HB