El objetivo "a largo plazo" del gobierno de Alberto Fernández es lograr producir la vacuna rusa Sputnik V en un laboratorio argentino, para lograr inmunizar más población en menos tiempo. Para eso, trabaja Cancillería y especialmente el embajador argentino en Moscú, Eduardo Zuain, a través de gestiones con el Instituto Gamaleya, productor de la vacuna contra el COVID-19.
Sin embargo, la Argentina tiene un contrato con Rusia por 20 millones de vacunas, de las cuales llegaron 820 mil dosis hasta el momento, menos de las cinco millones estipuladas por el gobierno nacional para el comienzo de febrero, en un contexto de demoras en la producción de vacunas por parte del laboratorio ruso. La prioridad es que lleguen cuanto antes esas vacunas, que siendo dos dosis para cada habitante, lograrían un total de 10 millones de personas protegidas del virus.
"Es una línea de trabajo", aseguraron desde la Cancillería a PERFIL, y negaron que sea un proyecto formal. "Mi tarea en Rusia empieza por abogar porque continúen los envíos del modo más regular posible de vacunas a la Argentina. Y conseguir que en la Argentina se empiecen a fabricar vacunas. Vamos a hacer gestiones para iniciar un proceso que termine en eso: Argentina como centro de producción de vacunas. Tenemos que ir por eso", había afirmado Zuain en declaraciones radiales.
Las demoras que anunció la Federación Rusa para proveer de la Sputnik V la semana pasada demoran estos planes y por eso es que hasta ahora sólo son conversaciones "a largo plazo". Incluso, aún no está definido qué laboratorio podría ser el encargado de realizar dicha tarea. Actualmente, Corea del Sur y la India producen esa vacuna en sus países y, Brasil podría ser el próximo. La Argentina intentará meterse en ese grupo y mientras tanto celebra "estar dentro de los países que ya están vacunando", dijeron desde el gobierno a este medio.
"Hay una disputa por las vacunas. Todos los países lo quieren lo antes posible. Afortunadamente, nuestro gobierno golpeó todas las puertas y por eso hoy está en el selecto grupo de países que empezó a vacunar. Vamos a abogar para que continúen los envíos del modo más regular posible", había dicho Zuain a El Destape Radio.
Si bien el presidente Alberto Fernández dijo en Chile que el acuerdo con Rusia no fue una apuesta sino que "fue la primera opción disponible", desde el entorno de la vicepresidenta aseguraron que se logró gracias a una relación bilateral que construyeron bajo el período de 2003 a 2015. Ese vínculo volvió a ponerse en pie cuando Zuain, hombre de Cristina Fernández de Kirchner, volvió a trabajar en las relaciones internacionales del país, ahora con el gobierno que lidera Vladimir Putin.
Para el Presidente siempre fue una embajada de Cristina: el lugar estaba reservado para Alicia Castro, otra exfuncionaria del kirchnerismo más fuerte que, por diferencias que marcó públicamente con el canciller Felipe Solá y hasta el propio jefe de Estado, dejó vacante ese lugar. Fue el análisis sobre la situación de Venezuela y Nicolás Maduro la que marcó las diferencias más notorias con Alberto Fernández, un punto que en la coalición gobernante no prefieren tocar, menos en año electoral, porque marca las diferencias del frente oficialista.
J.D. / CP
