El Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, junto a la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, llevaron adelante este viernes 18 de junio desde las 20, hasta las 6 de la mañana de este sábado, el censo anual de personas en situación de calle en todo el territorio porteño.
Hay 2.573 personas en situación de calle según el relevamiento que hizo el Gobierno porteño lo que significa un aumento del 48% respecto al censo de 2019 (en 2020 no se hizo por la cuarentena). De esas personas, 1.605 pasan la noche en los centros de inclusión social y 968 directamente en la vía pública. Y 190 son menores de 18 años.
El mayor crecimiento se dio en la red de alojamiento, que absorbió a la gran mayoría de las personas que cayeron en esta situación. Aumentó un 93% la cantidad de gente en los centros.
En el Gobierno porteño reconocen que las restricciones que todavía estaban vigentes en mayo seguramente hicieron que el número no sea incluso superior, ya que mucha gente que vive en la calle se asienta en las proximidades de los restaurantes.
Estas cifras discrepan con las de organizaciones sociales, que hablan de más de 7.000 personas. Las diferencias están en que hacen el censo durante más días y como hay gente que no responde los cuestionarios puede haber duplicidad de datos. Y en que toman también a gente que está en la calle pero no duerme ahí.
Según informó el Gobierno porteño en un comunicado, el operativo contó con 74 móviles y más de 300 personas. Cada móvil incluía un operador del programa Buenos Aires Presente (BAP) y un profesional de la Dirección de Estadísticas y Censos. Fueron auditados por representantes de la Asesoría Tutelar, orientada a niños, niñas y adolescentes. Adicionalmente, cada recorrido fue monitoreado a través de una aplicación que conecta el móvil con la sede del BAP para asegurar el barrido total de la Ciudad.
Sin techo: del diagnóstico a la acción
Al mismo tiempo, en los 32 Centros de Inclusión y hogares convivenciales (7 de gestión propia y 25 bajo convenio) se realizó un relevamiento a través de un documento específicamente creado para los fines del censo.
La metodología
Los 74 móviles que rastrillaron la Ciudad por completo utilizaron dos planillas con objetivos diferentes. La primera sirve para realizar un conteo observacional y registrar la cantidad de personas en situación de calle según los rasgos sociodemográficos percibidos por el registrador (principalmente sexo y rango de edad). La segunda, se trata de una encuesta no probabilística que se aplica a todos aquellos que quieran y se encuentran en condiciones de responder.
Estas preguntas permiten conocer las trayectorias en calle, el nivel educativo, la situación laboral y el acceso a servicios socioasistenciales. En el año 2019, alrededor del 38% de las PSC no aceptó responder esta encuesta.
Situación de calle, un problema que no se atiende y se agrava cada vez más
El abordaje metodológico fue presentado a distintas universidades, entre las que se encuentran la Untref, la Universidad de Luján y la UCA. Los datos del relevamiento serán procesados y publicados por la Dirección General de Estadísticas y Censos.
En este año particular de pandemia, cada una de las 300 personas que participaron del operativo fueron hisopados 24 horas antes con resultado negativo de Covid-19. Los móviles, además, fueron con ventilación cruzada en todos los casos. Además, cada operador contaba con un kit de higiene personal que incluía barbijos quirúrgicos, alcohol en gel y máscaras.
Mesas de trabajo con las Organizaciones de la Sociedad Civil
Si bien el censo propiamente dicho se llevó a cabo durante la noche de ayer y madrugada de hoy, el trabajo para el censo comenzó mucho tiempo antes. En diciembre del año pasado, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat firmó un acuerdo con las principales organizaciones de la sociedad civil que trabajan con personas en situación de calle, la Defensoría del Pueblo, la Dirección General de Estadísticas y Censos, y el Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad, con el objetivo de sentar las bases para la realización del censo. Durante los meses de febrero, marzo y abril se desarrollaron distintas mesas de trabajo para profundizar específicamente en cuestiones metodológicas.
Este trabajo arrojó una serie de puntos de consenso que fueron reflejados durante el desarrollo del censo. Por ejemplo, se sumaron preguntas para optimizar el cuestionario, vinculadas al género autopercibido, si se cuenta o no con DNI y certificado de discapacidad; se aumentaron el número de recorridos y de móviles dividiendo en más cuadrículas las manzanas de la CABA; y se incorporó el monitoreo del barrido a través de una aplicación.