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El agua tapó los árboles

"Mi hija estaba aquí... Solo espero un milagro": la desolación de los padres las nenas desaparecidas en Texas

En Camp Mystic funcionaban varios campamentos cristianos de veraneo, cuando en plena noche una pared de agua de 8 metros arrasó con todo. Pensar en que alguna de las nenas hayan sobrevivido parece imposible, pero las familias luchan por aferrarse a esa esperanza.

Lo que queda de Camp Mystic, el campamento cristiano de verano en Texas, donde estaban las 27 nenas desaparecidas en la inundación.
Lo que queda de Camp Mystic, el campamento cristiano de verano en Texas, donde estaban las 27 nenas desaparecidas en la inundación. | AFP

Llovía todavía este sábado en Camp Mystic, la zona de campamentos de verano devastada el viernes por la impresionante crecida del río Guadalupe, en el centro-sur de Texas. Entre los escombros, Michael llega hasta una cabaña inundada por el lodazal y pronuncia una frase desoladora: "Mi hija estaba aquí...".

Señala a una caseta de paredes de piedra, que parece lucir todavía intacta a primera vista por fuera, pero tiene los vidrios reventados por la fuerza con la que el agua entró tras las intensas lluvias y la crecida del río, que en algunos sectores de esta región de Estados Unidos llegó a cubrir los árboles y se estima que superó los 8 metros de altura.

Michael hace una pausa, respira profundo y señala el ruego que lo une con otras familias en ese terrible trance: "Espero un milagro...".

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Más cerca del afluente del río Guadalupe, se encuentra una construcción de madera mayor, donde funcionaba el comedor, tiene arrancada de cuajo una de sus paredes. En el suelo están regados los platos descartables, botellas de jarabe para wafles y frascos de salsa Cholula, comunes en las mesas de los texanos. Michael -de 40 años y quien pide no revelar su apellido- solo dice que vive en Austin, y envió a su hija a este campamento cristiano de veraneo en Texas para que se divirtiera con chicas de su edad.

La mañana del viernes recibió un mensaje diciendo que su hija, de 8 años, estaba en el grupo de 27 niñas que no habían sido localizadas después de la potente onda de agua que había golpeado esa zona esa madrugada.

Lo que queda de Camp Mystic, el campamento cristiano de verano en Texas, donde estaban las 27 nenas desaparecidas en la inundación.

Hasta ahora las autoridades han contabilizado al menos 43 muertos -28 adultos y 15 menores- mientras buscan a las niñas que estaban acampando y que desaparecieron tras la crecida. Cientos de personas han sido evacuadas.

Michael lleva botas altas, un balde y tenazas para cortar metal. Se seca las lágrimas con el cuello de su camiseta e ingresa al local donde su niña estaba durmiendo cuando ocurrió la tragedia.

Reconoce una toalla con su nombre. También levanta un juguete de peluche, un brazalete, una foto familiar y un bolso de la amiga que dormía junto a su hija y que, dice, ya fue declarada fallecida.

Las nenas desaparecidas, de 8 y 9 años,estaban durmiendo cuando llegó la masa de agua.

Esa noche en Camp Mystic dormían unas 750 menores, aparentemente la mayoría consiguió evacuar del lugar a tiempo, pero lo que cree Michael es que el agua golpeó directamente en las cabañas donde dormían las niñas de 8 y 9 años.

"Ellas estaban en estas dos casas", dice y señala una que tiene amontonadas en la puerta colchones, osos de peluche, maletas y baúles para guardar ropa. El agua de la inundación ya descendió y deja ver el caos.

Un desastre de esa gravedad cada 100 años

A lo largo del río todo es devastación. Los árboles están derrumbados y decenas de automóviles aparecen volcados o destruidos por la fiereza de la aguas. En medio de los escombros, equipos de rescate a pie, en camionetas o en helicópteros y drones peinaban la zona en busca de sobrevivientes o víctimas.

El agua del afluente llegó a entrar varios metros dentro de la ciudad de Kent, e incluso tumbó cercas de casas y dañó inmuebles. Un puesto de combustible desapareció. Los daños llegaron hasta la ciudad vecina de Kerrville, donde el río subió hasta casi 10 metros y aterrorizó a los vecinos.

"Hay un dicho aquí que dice que hay una inundación cada cien años. Nosotros la tuvimos. Nunca habíamos visto algo así y ojalá no lo volvamos a ver", comenta Gerardo Martínez, de 61 años, dueño de un restaurante en Kerrville y que observa el río desde un mirador.

Lo que queda de Camp Mystic, el campamento cristiano de verano en Texas, donde estaban las 27 nenas desaparecidas en la inundación.

"Le decía a mi esposa: Vemos estas cosas en la tele. No te imaginas que pasen tan cerca, sobre todo en tu ciudad. Verlo parece irreal", sostiene por su parte David Amorr, de 35 años, un residente de Kerrville que llegó hasta la zona de la ribera del río que era usada como paseo peatonal y ciclovía, ahora cubierta por lodo.

"Solo podemos pensar en que también tenemos a nuestras dos hijas. Podrían haber estado allí, en los campamentos, desaparecidas. Así que nos solidarizamos con esas familias", agrega Amorr. Mientras, en Camp Mystic, Michael repite su ruego: "Espero un milagro".

AFP/HB