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África

Una plaga de langostas podría llevar hambre a millones de personas en junio

Todo comenzó con inundaciones, hasta que en diciembre de 2019 las langostas infestaron el continente. Ahora, se suma el coronavirus. Unos 33 millones ya están en situación de inseguridad alimentaria grave.

Plaga de langostas en Africa
África asediada por el coronavirus y por las langostas | Shutterstock

Las inundaciones de diciembre de 2019 dejaron más de 400 muertos y 500.000 desplazados en la región y crearon, además, las condiciones propicias para la cría de millones de langostas, que causaron importantes daños en los cultivos en la zona, principalmente en Kenia, Etiopía y Somalia.

Una nueva plaga de langostas que se espera en junio, momento de la cosecha, amenaza con más hambre al África oriental y central. Con la diferencia de que ahora, a la inseguridad alimentaria, se le suma la crisis provocada por el coronavirus.

Las restricciones impuestas por las autoridades para contener la propagación del coronavirus están dificultando las tareas contra la plaga y se prevé que la creación de nuevos enjambres durante la temporada de cría provoquen una mayor escasez de alimentos en la región, donde 33 millones de personas están ya en situación de inseguridad alimentaria grave.

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"La región se enfrenta a múltiples crisis simultáneas, cada una de las cuales agrava las demás y hace más difícil su gestión y contención", manifestó a la agencia Europa Press, Lydia Zigomo, directora de Oxfam para el Cuerno de África, África Central y Oriental, citada por Europa Press.

"Juntas forman una combinación letal que amenaza con aumentar el hambre, la pobreza y el sufrimiento de millones de las personas más vulnerables del mundo", señaló, antes de apuntar que las lluvias supusieron "una funesta coincidencia" al favorecer la reproducción de las langostas.

La crisis provocada por las langostas llevó la semana pasada al Banco Mundial a aprobar un programa de 500 millones de dólares para dar ayuda a países de África y Oriente Próximo afectados por la plaga, si bien Oxfam Intermón resaltó que es necesaria más ayuda internacional a los gobiernos de la región.

"Las subvenciones en efectivo y otras formas de protección social pueden desempeñar un papel importantísimo en la protección de las personas vulnerables y constituyen una respuesta crítica y urgente a esta triple crisis", añadió Zigomo. "Los donantes deben apoyar a los Gobiernos para que amplíen sus sistemas de protección social".

En este sentido, la ONG indicó que busca financiación por cerca de 46 millones de dólares para suministrar ayuda vital a casi tres millones de personas de la región como Frudusa Malí Muhamed, una agricultora somalí que vive en Etiopía y que perdió sus cosechas de cebolla a causa de los insectos.

 

La langosta del desierto es la especie migratoria más destructiva del mundo

 

"Mis tres hectáreas de cebolla desaparecieron. Por el ataque de las langostas, mis campos se convirtieron en un criadero de enjambres que posteriormente acabaron con todos los brotes y raíces de cebolla", dijo. La mujer se vio obligada a vender té en la calle para mantener a la familia y recuperar la inversión que hizo en el campo.

Oxfam Intermón destacó que colabora con organizaciones locales en Etiopía, Kenia, Uganda y Somalia para dar ayuda en efectivo a más de 6.000 hogares para la compra de alimentos, al tiempo que entrega jabón, productos de higiene y agua potable a hospitales y comunidades.

Asimismo, su personal trabaja en campañas de sensibilización sobre el coronavirus junto a operadores de telefonía para dar cupones de agua y jabón, a través de "cajeros automáticos de agua", unas máquinas de prepago que dispensan agua a las comunidades más vulnerables.

Por otra parte, desarrollaron una aplicación móvil de GPS que permite al voluntariado de la comunidad registrar datos sobre las infestaciones locales que luego se comparten con los equipos de respuesta del Gobierno.

Hasta el momento, los enjambres de langostas del desierto invadieron 23 países de África Oriental, Oriente Próximo y el sur de África, lo que supone la mayor plaga en los últimos 70 años, si bien la situación podría empeorar próximamente debido a las condiciones favorables para la reproducción y cría de estos insectos.

La langosta del desierto está considerada la especie migratoria más destructiva del mundo, toda vez que un enjambre extendido por un kilómetro cuadrado es capaz de comer al día la misma cantidad de alimentos que 35.000 personas.

HV / DS