"Cuando la prensa internacional focaliza en la Argentina, generalmente es para cubrir algún desafío económico del país” arranca la última edición de la revista británica Monocle, para arribar a un elogio sin precedentes hacia la prensa local.
Según el número de octubre de Monocle –una de las empresas que aún en Reino Unido sigue apostando al papel-, lo mismo que parece estrangular a los medios gráficos, las radios y los canales de televisión argentinos es lo que les está permitiendo ser ágiles y reinventarse dando una vuelta de tuerca a la crucial deuda pública, la inflación y la volatilidad.
En una artículo pago de varias páginas, un barrido asertivo sobre los medios más leídos de Argentina destaca la mirada humorística de Barcelona, el rincón femenino de OhLaLá, el liderazgo de Caras en el segmento showbiz y la pasión futbolera de Olé, entre muchas otras pestañas.
Sin embargo, el espíritu troncal de la nota busca entender el por qué del interés incesante de los argentinos por las noticias, en todas las plataformas.
Ni siquiera la pandemia impidió que en la Argentina surgieran nuevas publicaciones periodísticas. Por caso, elDiarioAR que funciona en una ex galería de arte y vio el encendido digital en diciembre pasado, para cubrir el debate sobre el proyecto de ley del aborto, pero que luego mantuvo el interés local e internacional con temas tan candentes como la muerte de Diego Maradona y la agitada e imprevista agenda cotidiana argentina.
Este producto, hermano del formato digital español que dirige Ignacio Escolar desde 2012, fue co-fundado por los periodistas Martín Sivak y Silvina Heguy, y aunque en redacción sólo trabajan 20 personas, ya cosecha 1,2 millón de lectores mensuales y 62 mil suscriptores pagos gracias a “la cobertura nacional incisiva, las columnas de opinión agudas y los análisis políticos sin relleno showbizz”, señala Monocle para cerrar con la mirada “independiente y transparente” de esta propuesta que compite en CABA con otros diez productos periodísticos impresos y otros 14 digitales.
Monocle señala que, mientras el periodismo argentino se concentra en 22 grupos editoriales, otras alternativas se abren paso. Por ejemplo, Tiempo Argentino, un periódico dominical en soporte papel que está en manos de una cooperativa que se sostiene directamente con “el aporte de su audiencia apasionada”.
El medio británico sostiene que a pesar de los estragos de la pandemia, el periodismo argentino sigue vivo gracias al “entusiasmo de los argentinos por el discurso público”. “Con más de 101 canales de televisión abierta y varios cientos más de canales de cable y satelitales, hay mucha información disponible para los porteños”, sostiene Eduardo Cura, director del Canal de la Ciudad, entrevistado en sus oficinas de Almagro por Sorrell Mosely- Williams, autora del artículo que incluye la edición 147 de Monocle.
Es interesante el caso de esta emisora pública que se relanzó en 2013 con 200 empleados y que ganó 54 premios en siete años: “Contamos las historias relevantes que pasan en esta ciudad moderna, activa”, argumenta Cura, al mando de una propuesta que dejó de lado las noticias duras y hace foco en las notas de tendencias y estilo, haciendo hincapié en el gusto de los porteños por la música y la gastronomía. Señala, por ejemplo, que durante los programas de cocina en vivo un “insert” de actualidad podría ser el precio de las berenjenas en el barrio. “un material simple, útil y próximo”, califica Monocle, para comprender el fenómeno de audiencia que sus gestores esperan que, en breve, los lleve a aterrizar en la televisión abierta.
Y el Argentina’s affaire también atrajo a la prensa extranjera, encabezada por CNN que, en 2019, instaló en Buenos Aires su mayor oficina de habla hispana en América del Sur y hoy tiene el 56% de la torta mediática total, con su propuesta multiplataforma liderada por Esteban Campanela, desde los estudios del barrio porteño de Chacarita.
La espontaneidad, la inmediatez y la confiabilidad posicionaron a la radio en el pináculo de oro del periodismo argentino.
La revista británica contabiliza 330 emisoras Am, FM y digitales en el país. Urbana Play, creada por la productora Kuarzo (“una de los mayores productores independientes de televisión en Sudamérica”), merece el especial análisis de Monocle. La nueva propuesta de radio multiplataforma sacudió las rutinas de muchos periodistas de la vieja guardia y llevó cámaras a los alguna vez ultra-cerrados estudios de radio, para convertirlos también en un back-stage on line que atrajo audiencias jóvenes en Youtube y Twitch, una audacia que le valió 16, 5 millones de vistas en tan solo 4 meses.
La espontaneidad, la inmediatez y la confiabilidad posicionaron a la radio en el pináculo de oro del periodismo argentino.
Para periodistas radiales “más jóvenes”, como Andy Kustnetzoff, también fue un desafío implementar segmentos como “Te tiramos una soga”, que despabila a las audiencias teens con propuestas que los ponen en “modo solidaridad”; conseguir bicicletas para una escuela rural, por ejemplo.
La cereza del postre de la publicación británica es la entrevista a Agustino Fontevecchia, Director de Contenidos Digitales y Multimedia en Editorial Perfil.
Aunque Monocle describe al periódico Perfil como “la bandera insignia del Grupo Perfil”, “la empresa se enorgullece de ser el perro guardián del periodismo innovador”, apunta Moseley-Williams, tan sorprendida por la legendaria impresora Koenig & Bauer que se exhibe en la redacción como por la flecha hacia el futuro que se dispara desde las instalaciones del barrio de Barracas: “Perfil.com contabiliza 20 millones de visitantes únicos por mes, pero también tenemos tres canales de televisión y una radio digital. “Hay una actitud entusiasta de hacer que las cosas sucedan con muy poco. Durante ocho meses presenté un servicio diario de noticias casi sin presupuesto y sin experiencia alguna en cámaras, pero lo sostuvimos juntos. Luego trajimos a los profesionales para que continuaran con el trabajo”, recuerda Agustino Fontevecchia, representante de la tercera generación de periodistas en la familia. Su abuelo, Alberto Fontevecchia, y su padre, Jorge, fundaron Editorial Perfil en 1976.
“Los presupuestos no son altos, pero no falta la ambición”, resume la autora del artículo que Monocle dedica a comprender el fenómeno periodístico argentino.
“La integridad periodística a la par que el espíritu empresarial permiten que muchos medios en Buenos Aires se sobrepongan a las dificultades y aporten una actitud fresca a la idea de cómo se verán los medios en el futuro”, concluye, convirtiendo el caso argentino en un modelo de supervivencia y creatividad.