AGRO
Campaña agrícola

La cosecha de soja está condicionada por el ataque de una plaga

Este año se detectó el mayor porcentaje de presencia de oruga bolillera de los últimos tres años.

ATAQUE. La oruga bolillera afecta en los estadíos iniciales y avanzados del cultivo de soja.
ATAQUE. La oruga bolillera afecta en los estadíos iniciales y avanzados del cultivo de soja. | FMC

Un informe realizado por Sistema Integrado de Monitoreo Agrícola (SIMA Agtech), aplicación Android que permite a los productores identificar plagas, malezas y enfermedades por medio de alertas en Smartphone, señala que este año ha tenido una importante presencia de “oruga bolillera” en esta campaña de cultivo de soja.

Los técnicos destacan que la presencia de esta plaga generará menores rendimientos en la cosecha, aunque su porcentaje se determinará a medida que avance la recolección.

Después de la sequía, las lluvias retrasaron el comienzo de la cosecha de soja.

En este contexto, desde SIMA señalaron que,  desde inicios de noviembre hasta fines de febrero, emitieron “alertas zonales” sobre la presencia de la oruga a unos 1.500 usuarios. Estas alertas tienen como objetivo advertir a los productores de que hay alguna adversidad que está ocurriendo en su zona y que no se ha registrado en sus monitoreos. 

“Durante la campaña actual, la bolillera tuvo mucha mayor presencia en los monitoreos respecto a las últimas dos, con un pico superior al 80% de positividad, a mediados de diciembre, en las alertas, para luego estabilizarse debajo del 40% a fines de enero”, señala el informe.

Mientras durante la 2018/19 la marca máxima había sido de un poco más del 40%, y en la 2019/20 apenas se superó el 20% en el momento más crítico. Además, durante esta campaña, la detección fue anterior que en las otras oportunidades, ya que la problemática se advirtió desde principios de noviembre. 

Distribución en tiempo y espacio 

Respecto al análisis de la positividad de los monitoreos en cada una de las regiones, SIMA reveló que, desde un principio, la zona núcleo fue la que siempre mostró los mayores niveles de positividad y es donde la plaga comenzó a atacar más temprano. 

De hecho, en los mapas elaborados, pudo observarse la positividad por mes en cada una de las áreas productivas. Así quedó plasmado como, con el paso del tiempo, se fue dando la expansión territorial, para terminar en enero con una presencia generalizada de bolillera en todo el país. En tanto, durante febrero se vio cierto “retroceso” de la plaga.

LM