“Los precios de los productores ya están acomodados a la zona de un dólar a $1.500”

Los antecedentes de las anteriores devaluaciones hacen que el Gobierno quiera evitar esa medida a toda costa, sobre todo si busca preservar los números de inflación obtenidos hasta ahora. Es por eso que para analizar lo que podría ocurrir de llevarse a cabo una devaluación, este medio se contactó con el analista de mercados, Leonardo Alberto.

“Nunca se puede decir que se va a realizar una devaluación con anticipación porque el mercado rápidamente se anticiparía a esa noticia”, comentó Leonardo Alberto. “Si Caputo dice que la semana que viene se va a devaluar un 20%, automáticamente, eso se reflejaría en los dólares financieros cuando abran los mercados”, agregó.

Posteriormente, Alberto planteó: “Se puede operar en los mercados de futuro de manera normal y tradicional, otra forma es hacerlo a través de los bonos, los títulos públicos emitidos generalmente por Nación, los cuales tienen mayor volumen y que rápidamente ven reflejada la variación del precio del dólar e incluso son una medida del valor del dólar”.

La reacción de los productores ante una posible devaluación

“Los precios de los productores ya están acomodados a la zona de $1.500”, sostuvo el entrevistado. “La mayoría de los productores en diciembre estimaron sus precios en el orden de un dólar a $1.500, con lo cual, no deberían ajustar nuevamente los precios”, complementó.

Por otro lado, el analista de mercados señaló: “No hay una solución única, quizás deberíamos ir a un esquema de subsidiar o de quitar impuestos para aquellos importadores de bienes de capital, que gran parte de los bienes de consumo que se realizan acá tienen un alto nivel de importación de bienes de capital”. A su vez, remarcó que, “si se encarecen las herramientas que utilizan para producir bienes a nivel local, es factible que eso sí lo tengan que reflejar en aumento de precios”.

La manija del monopolio

A modo de cierre, Alberto expresó: “Si no hay crédito, la manija de la producción siempre está en las mismas manos, con lo cual, cuando una industria tiende al monopolio, se le está dando la posibilidad al empresario que es el dueño de esa industria de manejar el precio a voluntad”.