Carne vacuna

Desde el sector cárnico hicieron un pedido de desregulación al ministro Federico Sturzenegger

“El productor argentino está pagando una promoción de carne, de la cual hoy está escaseando”, describió el vicepresidente de CAMyA, Sergio Pedace, en cuanto al aporte económico que deben entregar los productores al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.

Sergio Pedace: “El 70% de la faena en Argentina va al consumo interno” (Agencia NA)

Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), conversó con Canal E y criticó el rol del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, también reclamó que los aportes económicos al organismo dejen de ser obligatorios.

Sergio Pedace cuestionó que, “el 70% de la faena en Argentina va al consumo interno” y, sin embargo, “el productor argentino está pagando una promoción de carne, de la cual hoy está escaseando”. Y afirmó: “Tanto el productor como los faenadores estamos en desacuerdo aunque sea compulsivo el aporte”.

Qué hace el instituto con el dinero recaudado

Sobre el uso de los fondos recaudados, precisó: “Ese aporte que son USD 15 millones por año, porque es un dólar por animal faenado, no se ve bien representado”. Luego, denunció: “No hay rendición de cuenta de lo que hacen con la plata”.

Desde CAMyA aseguran que, “el 85% va hacia la exportación” y, pese a restricciones pasadas, “cuando las exportaciones estaban cerradas, el instituto seguía viajando al exterior a promover la carne, que no se podía exportar”.

Los animales de exportación

Pedace señaló la contradicción con el contexto productivo: “Nosotros faenamos animales de 300, 350 kilos, de los cuales no va a la exportación, y estamos pagando a un instituto para promover una carne que cuando sale el novillo tiene que ser de 500 kilos”.

Luego, el entrevistado manifestó que, “es un instituto que está obsoleto” y reiteró que, “la solución es que sea un aporte voluntario”. A su vez, añadió que, “el único que se ve reflejado es el exportador. Los exportadores, y te digo los grandes exportadores”.

Sobre la misma línea, resaltó: “Cada vez que Doña Rosa se sienta a comer un asado y toma un vino, está pagando a un instituto para que promuevan algo que no hay”.