Comercio exterior entre Argentina y China: “El consumidor chino se ha vuelto más exigente”
El presidente de la Cámara Argentino China, Sergio Spadone, se refirió a los cambios de hábitos en el consumo de China y dijo: “La maduración del consumidor chino tomó estas tendencias de vida saludable, de comer mejor, vivir mejor”.
Sergio Spadone, presidente de la Cámara Argentino China, en diálogo con Canal E, se refirió al presente y futuro de las relaciones comerciales entre Argentina y China, en un contexto de apertura económica, crecientes importaciones y tensiones geopolíticas.
Sergio Spadone recordó que la relación bilateral con China sigue siendo desigual: “Argentina en el 2024 exportó a China unos 7.000 millones de dólares y China nos vendió por poco más de 9.000 millones. Es decir, se redujo la brecha. Históricamente eran como dos tercios para China y un tercio para Argentina”.
La brecha entre Argentina y China podría volver a niveles del 2023
Aunque se redujo la diferencia en 2023, anticipó que, “las proyecciones dicen que quizás la diferencia va a volver a manifestarse como el 2023”. Sin embargo, marcó un objetivo claro: “Hay que trabajar para equipararla y tratar de ir a un equilibrio o a un superávit como tienen otros países de la región como Brasil y Chile”.
Sobre la escala mínima para exportar al mercado chino, Spadone explicó: “El consumidor chino se ha vuelto más exigente, más frugal, más práctico y consume mejor”.
Una nueva oportunidad para los productos argentinos en el mercado de China
Luego, manifestó que allí es donde se abren oportunidades para productos argentinos de calidad: “Tenemos también una oportunidad en alimentos con trazabilidad y con certificación de origen, hechos en un país que tiene un medio ambiente muy limpio y muy valorado”.
Sobre la misma línea, el entrevistado agregó: “La maduración del consumidor chino tomó estas tendencias de vida saludable, de comer mejor, vivir mejor. Ahí es donde tenemos una oportunidad, con productos orgánicos y con productos de alta calidad”.
También abordó el fenómeno inverso: las crecientes importaciones y con una política económica más abierta, explicó que, “hoy ya no hace falta pedir permiso para traer cosas, sino que uno las trae, paga los impuestos y ya está”.
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