Recaudaciones

Factura M: el castigo de la AFIP que perjudica comercialmente a pymes y nuevos contribuyentes

La tributarista Elisabet Piacentini advirtió que el uso obligatorio de la factura M genera un fuerte perjuicio comercial y desalienta la actividad formal de las pymes.

ARCA (Captura)

En diálogo con Canal E, Elisabet Piacentini, tributarista y especialista en pymes, alertó sobre el impacto negativo que tiene el uso de la factura M impuesta por AFIP a nuevos contribuyentes y a quienes presentan inconsistencias fiscales.

Factura M: un castigo que afecta la imagen y las ventas

Factura M nosotros decimos que es M de mala, porque es realmente un problema comercial”, explicó la entrevistada al describir el impacto que esta herramienta impositiva genera sobre quienes están obligados a utilizarla. Se trata de una factura que, si bien fue creada hace tiempo, “funciona como un castigo para contribuyentes inscriptos en IVA que presentan inconsistencias o están iniciando actividades”.

La especialista detalló que AFIP la impone a quienes no presentaron declaraciones juradas, tienen desfasajes entre ventas y depósitos, o no alcanzan ciertos niveles de patrimonio. En estos casos, “AFIP desconfía de ellos y los baja de categoría”, obligándolos a usar esta modalidad por un mínimo de tres o cuatro meses, aunque el proceso de revisión suele extenderse.

Según Piacentini, esta situación no solo genera trabas internas, sino que “cuando un cliente recibe una factura M, lo primero que te dice es: ‘No, no quiero este inconveniente’”, ya que implica que el receptor de la factura debe actuar como agente de retención.

Esos 21.000 pesos de IVA vos no me los pagás a mí. Se los tenés que pagar a la AFIP”, ejemplificó, agregando que el comprador “tiene que retener, pagarle con un formulario B a la AFIP y enviarle un certificado de retención al proveedor”.

Afecta a nuevas empresas y desalienta la formalización

Piacentini advirtió que el perjuicio alcanza incluso a quienes inician su actividad económica: “Si no podés demostrar que tenés cierto nivel patrimonial o no pagaste Bienes Personales, solo te permiten usar factura M”, lo cual complica desde el comienzo la posibilidad de operar comercialmente. “Es como un cartel de principiante, pero peor”, graficó.

Las empresas también pueden verse afectadas: “Si no cumplieron con sus obligaciones fiscales, también pueden caer en la M”, y en algunos casos se les habilita una alternativa llamada “factura A con CBU”, que obliga al cliente a depositar el pago exclusivamente en la cuenta indicada por el emisor.

Sin embargo, insistió en que la factura M “afecta la imagen, complica las operaciones y puede hacer que se pierdan ventas”, porque muchos clientes optan por no seguir adelante ante la burocracia que implica.

Por eso, Piacentini pidió una revisión del sistema: “Creemos que esto quedó de una etapa anterior. ARCA debería corregirlo”, expresó, señalando que, si bien se han modernizado varios procesos en AFIP, esta medida aún actúa como un freno para la actividad de quienes quieren comenzar a trabajar de manera formal.