Con el fin de analizar los temas más importantes que se abordarán en el Congreso AAPRESID, además de la importancia de la siembra directa para el mantenimiento de los suelos y la necesidad de reglas claras para el sector agropecuario, este medio se comunicó con el presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), Marcelo Torres.
“El Congreso AAPRESID tiene una característica desde los inicios de la institución, que es un espacio interactivo donde se encuentran productores, asesores, la ciencia y las tecnologías”, explicó Marcelo Torres.
Los inconvenientes que vieron los productores
Asimismo, recordó que la entidad nació hace más de 35 años cuando un grupo de productores del centro del país advirtió que “tenían que producir diferente porque la pérdida que tenían en los suelos, la erosión hídrica en este caso, era muy importante”. En ese contexto, la siembra directa surgió como una respuesta innovadora basada en la articulación entre ciencia, tecnología y producción real.
En un escenario global atravesado por el cambio climático y mayores exigencias ambientales, Torres destacó el rol diferencial del sistema productivo argentino. “Si uno piensa en cambio climático, uno de los indicadores que más se mira es la emisión de gases de efecto invernadero por tonelada de grano, carne y leche producida”, señaló.
El auge de la siembra directa en los campos argentinos
En ese marco, afirmó que Argentina presenta ventajas competitivas: “La agricultura que tiene una amplia adopción de siembra directa, hoy en el entorno del 80%, supimos tener 90% del área de nuestra agricultura en siembra directa, así que tengamos una baja huella de carbono”. Según explicó, esto se debe a que “nosotros no, mayoritariamente, no hacemos labranza”, lo que evita la oxidación de la materia orgánica del suelo.
Por el contrario, el entrevistado remarcó que, “un campo en siembra directa y un campo que tiene rotación de cultivos, y se mantiene verde y vivo la mayor cantidad de tiempo posible, captura con la fotosíntesis el carbono y lo introduce en el suelo a través de las raíces”.
Si bien la adopción de siembra directa en Argentina sigue siendo elevada en comparación internacional, advirtió que el principal déficit es la falta de una estrategia sostenida. “Creo que en Argentina lo que necesitamos es previsibilidad”, afirmó, y agregó: “Que haya algunos puntos básicos de acuerdo, y que Argentina tenga una estrategia, más allá de los gobiernos”.