Chile

Lucas Luchilo: “Kast no es una especie extraña dentro de la tradición política chilena”

El politólogo se refirió a cómo el triunfo de José Antonio Kast reconfigura el mapa político chileno y tensiona a la derecha tradicional.

José Antonio Kast, presidente electo de Chile (AFP)

En diálogo con Canal E, Lucas Luchilo, profesor de Historia Latinoamericana en Ciencias Políticas, explicó que el triunfo de José Antonio Kast en Chile abre un nuevo escenario político marcado por la polarización y el impacto del voto obligatorio.

Para Luchilo, “es interesante contrastar diferentes interpretaciones de los resultados de las elecciones”, ya que no existe una única explicación para el giro electoral.

Una primera mirada apunta a la lógica de la alternancia. “Hay una interpretación que dice que es una alternancia como viene siendo en Chile en las últimas elecciones”, señaló, recordando el histórico péndulo entre centroizquierda y centroderecha. Sin embargo, otra visión plantea un cambio más profundo: “Ahora las opciones son mucho más polarizadas: derecha e izquierda radical, derivadas del gran conflicto de octubre de 2019”, explicó.

El peso decisivo del voto obligatorio

Para Luchilo, una tercera interpretación resulta clave para entender el resultado: la incorporación del voto obligatorio. “Chile pasó de voto voluntario a voto obligatorio y prácticamente se duplicó la cantidad de votantes”, remarcó. Ese cambio alteró el equilibrio electoral. “Cuando uno mira a los votantes tradicionales hay paridad entre Kast y Jara, pero en los que se agregaron con el voto obligatorio es donde Kast saca una enorme diferencia”, afirmó.

Ese nuevo electorado, explicó, no responde necesariamente a una ideología fuerte. “Lo que se ha agregado es un electorado menos politizado y más atento a reclamos concretos”, vinculados a la seguridad, la migración y el desempeño económico. En ese marco, muchos votos provinieron de sectores que antes habían apoyado a candidatos antisistema como Parisi.

Consultado sobre si el votante tradicional se inclina más hacia la izquierda, Luchilo fue categórico: “Más o menos lo mismo, están empatados”, reforzando la idea de que el triunfo de Kast no se explica tanto por un corrimiento ideológico masivo, sino por la ampliación del padrón.

Seguridad, identidad y los límites del cambio

Respecto a lo que viene, el analista relativizó la idea de una ruptura total. “Kast no es una especie extraña dentro de la tradición política chilena”, sostuvo, y recordó que Chile tiene una fuerte raíz conservadora desde el siglo XIX. La diferencia, aclaró, es que “no se parece a Piñera, que era más moderado y centrista”.

En materia de políticas públicas, Luchilo advirtió que las diferencias fueron más simbólicas que reales. “Si uno mira los programas, no había tanta diferencia entre izquierda y derecha”, dijo, y agregó que la principal distancia fue “más identitaria que programática”. Seguridad y migraciones aparecieron como ejes comunes, aunque con distintos énfasis.

Finalmente, subrayó que el propio Kast bajó las expectativas. “Kast adelantó que no hay que esperar milagros y que será un gobierno de emergencia nacional”, explicó, señalando que el gran desafío será político: “Integrar a toda la derecha a su coalición de gobierno”, en un espacio históricamente fragmentado.