Caso Lian: el misterio de la curandera que regresó a Jujuy, qué declaró y qué le secuestraron

Teodorina Ch., una curandera de 74 años conocida como "La Abuelita", estuvo en contacto con la familia de Lian Flores días antes de su desaparición. La mujer fue trasladada por otro integrante de la comunidad boliviana hasta el asentamiento rural en el cortadero de Ballesteros Sud a pedido del papá del nene para que le curara un esguince de tobillo.

Como la jubilada regresó a Jujuy el mismo día que se lo vio por última vez a Lian, los fiscales ordenaron profundizar la investigación en los movimientos, los contactos, las llamadas, los mensajes y los vínculos de la curandera. Por eso se realizó un allanamiento en su domicilio en la localidad de Perico y se le tomó declaración.

El procedimiento fue coordinado por el fiscal regional José Alfredo Blanco y ejecutado por la Policía jujeña bajo la solicitud de la Fiscalía de Instrucción Penal de la Segunda Nominación de Córdoba. Durante el operativo se incautaron teléfonos celulares, una agenda, pasajes de colectivo y un bolso grande con ropa que la mujer habría utilizado durante su viaje a Córdoba. Estos elementos serán analizados por las autoridades para determinar si guardan relación con la desaparición del menor.

Teodorina Ch. se dedica al curanderismo y suele visitar comunidades bolivianas en Córdoba. La mujer declaró que viajó a la provincia el 14 de febrero y regresó a Jujuy el 22 del mismo mes, coincidiendo con la fecha en que Lian Flores fue visto por última vez. Según su testimonio, durante su estadía en Ballesteros Sud, realizó trabajos de sanación y recibió ropa, calzado y juguetes que luego distribuyó entre familiares y conocidos en Jujuy.

“La Abuelita” fue identificada en las cámaras de seguridad de la Terminal de Ómnibus de Córdoba, donde fue captada abordando un micro con destino a Jujuy el mismo día de la desaparición del niño. "La mujer llevaba un bolso grande con ropa, lo cual coincide con su declaración sobre su actividad como curandera", señaló Blanco.

A pesar de las sospechas, la Justicia de Córdoba no ordenó su detención, aunque sí se procedió a tomar declaraciones a ella y a las otras cuatro personas que residen en la vivienda allanada. "Consultamos a la Fiscalía de Córdoba sobre la posibilidad de detenerla, pero nos indicaron que no era necesario por el momento. Se continuará con las investigaciones y se analizarán los elementos secuestrados", agregó el fiscal.