Más del 60% de los argentinos valora positivamente los Derechos Humanos, según un estudio nacional

Un informe realizado sobre más de 6.000 casos en todo el país, muestra que la mayoría de la sociedad mantiene una opinión positiva o moderadamente favorable sobre los Derechos Humanos. CABA lidera la valoración y Córdoba concentra el rechazo más alto.

Protesta Derechos humanos Foto: Cedoc

En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, un nuevo estudio de la consultora Explanans indaga cómo perciben hoy los argentinos un tema históricamente asociado a debates políticos, identitarios y generacionales. El informe titulado “Derechos Humanos: el lugar que aún resiste a la grieta” sugiere que la valoración pública del tema continúa siendo mayoritariamente positiva, incluso en un contexto político marcado por tensiones y polarización.

El trabajo se basa en una muestra de 6.145 casos, seleccionados de un total de 10.785 casos aleatorios efectivos, con población de mayores de 18 años, cuotas proporcionales de género, edad y zona, y ponderación por voto en el balotaje 2023. La encuesta fue aplicada en 25 conglomerados urbanos, que abarcan 91 ciudades en 21 provincias y CABA, convirtiéndolo en uno de los relevamientos más amplios sobre la materia realizados este año, Bajo la dirección ejecutiva de Sebastián Puechagut y la coordinación de Martín Notarfrancesco y Daniela Piccone,

Una mayoría que valora positivamente los Derechos Humanos

La pregunta central del estudio: "¿Qué opinás del tema DDHH en Argentina?" arrojó una tendencia clara: el 61% de los encuestados mantiene una postura positiva o moderadamente positiva.
Los resultados generales muestran:

  • - 29,6 % “Muy Buena, los DDHH son un emblema nacional”.

  • - 31,5 %  “Buena, son necesarios pero no se debe hacer política con eso”.

En el otro extremo, alrededor de un tercio expresa rechazo:

  • - 27,8 % “Mala, no defienden a los argentinos de a pie”.

  • - 8,4 %  “Muy Mala, no deberían existir”.

Para los investigadores, esta distribución revela que los Derechos Humanos siguen siendo un terreno con amplio consenso social, aun cuando subsisten tensiones vinculadas a la interpretación política o a la eficacia percibida de las políticas públicas asociadas.

Las diferencias por provincias: Córdoba exhibe el rechazo más alto

El estudio también analizó la valoración del tema en cinco jurisdicciones clave —CABA, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe—, donde aparecen diferencias fuertes. En la Ciudad de Buenos Aires se registra la adhesión más sólida, con el 35,2% que considera a los Derechos Humanos un “emblema nacional”. En la Provincia de Buenos Aires, en cambio, predomina una mirada positiva pero menos ideologizada, con el 37,8% que afirma que los DDHH son necesarios pero no deberían usarse con fines partidarios.

Córdoba muestra el rechazo más intenso del país, con el 11,5% que sostiene que los Derechos Humanos “no deberían existir”, mientras que Santa Fe encabeza la proporción de quienes creen que los DDHH “no defienden a los argentinos de a pie” (30,7%). Mendoza, por último, exhibe un escenario más parejo, sin picos de adhesión ni de rechazo, con una distribución equilibrada entre valoraciones positivas y críticas.

Según el equipo de Explanans, estos contrastes no responden solo a clivajes electorales, sino también a tradiciones culturales, identidades urbanas y experiencias locales en torno a seguridad, justicia y memoria histórica.

Un tema con raíces profundas y proyección futura

El estudio aparece en un momento simbólico: cada 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, fecha que recuerda la aprobación de la Declaración Universal de 1948. A 76 años de aquel documento fundacional, el relevamiento subraya que la mayoría de los argentinos continúa asociando los Derechos Humanos con valores universalistas como la dignidad, la igualdad y la protección frente a los abusos del Estado.

Pese a los desacuerdos sobre su aplicación práctica o su uso político, la percepción general se mantiene sólida y transversal. Para los autores del trabajo, esto constituye “una señal de que, aun en un país atravesado por tensiones políticas persistentes, los Derechos Humanos siguen siendo un piso de consenso democrático”.