Silencio de la Provincia tras las detenciones en la manifestación en el Patio Olmos

El cacerolazo del jueves a la noche en el Patio Olmos contra el DNU del presidente Javier Milei terminó con cinco detenidos y con agentes policiales heridos. Sobre el polémico accionar de la Policía de Córdoba habló el fiscal Ernesto de Aragón y un comisario de segundo orden, pero ni el gobernador Martín Llaryora, ni el ministro de Seguridad, ni el nuevo jefe de la fuerza se refirieron a los hechos.

En el cierre de la segunda semana de gestión como titular de la cartera de Seguridad, Juan Pablo Quinteros estuvo este viernes a la mañana en la Jefatura de Policía en la asunción de Héctor Leonardo Gutiérrez como jefe y del resto de la plana mayor de la fuerza. Ambos se retiraron y ninguno quiso hablar con la prensa para aclarar sobre el accionar de los agentes en la manifestación.

El que sí habló fue Cristian Mazza, el director general de Seguridad Capital, quien señaló, en sintonía con las declaraciones del fiscal Ernesto de Aragón, que la represión policial ocurrió luego de que algunos manifestantes se negaran a despejar la avenida Vélez Sarsfield. “Nos tiraron con botellas y una silla, por lo cual hubo cinco agentes heridos”, indicó el comisario.

El pasado miércoles a la tarde, en la marcha de organizaciones y gremios que contó con un número mayor de manifestantes que ocuparon de lado a lado las avenidas Colón, General Paz y Vélez Sarsfield, el funcionario judicial no ordenó despejar las calzadas.

Todo fue distinto este jueves a la noche: mientras se desarrollaba el cacerolazo, el fiscal De Aragón, que no concurrió al lugar, ordenó por teléfono que la policía liberara la avenida por considerar un corte “intencional y deliberado” para visibilizar la protesta.

El cruce entre manifestantes y policías terminó con heridos y detenidos. Y con cientos de videos en las redes sociales que expusieron el accionar de los agentes de azul. Los aprehendidos fueron imputados por resistencia a la autoridad, obstrucción de los medios de transporte y uno de ellos también por lesiones.

Este viernes a la mañana, visiblemente fastidiado, Juan Pablo Quinteros evitó hablar con los periodistas sobre los hechos y se fue mientras el comisario Mazza  explicaba a la prensa el accionar policial.

El gobernador Martín Llaryora, con alto nivel de exposición en las últimas semanas, tampoco hizo referencia a los ocurrido, ni siquiera por redes sociales.