El rey Juan Carlos volvió a España por cuarta vez desde su autoexilio en Abu Dhabi

Dos meses después de su última estancia en Sanxenxo a finales de julio, el rey Juan Carlos regresó a España el lunes 25 de septiembre, cumpliendo su promesa de volver pronto al país para participar en la regata que lleva su nombre, que se llevará a cabo este fin de semana en la localidad gallega.

Este viaje marca la cuarta visita del 'rey emérito' al país desde que se trasladó a Abu Dhabi en agosto de 2020. Durante los próximos días, competirá nuevamente en el 'Bribón' y podría tener la oportunidad de encontrarse con su hijo, Felipe VI.

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En un giro curioso del destino, el jueves padre e hijo estarán separados por tan solo 15 kilómetros, ya que el rey inaugurará el Foro La Toja-Vínculo Atlántico. Existe la posibilidad de que se reúnan en privado, aunque parece probable que don Felipe abandone Galicia sin ver a su padre.

El reencuentro con toda su familia está programado para el 31 de octubre durante la celebración íntima del cumpleaños de la princesa Leonor en el Palacio de El Pardo.

Independientemente de si se encuentra con su hijo o no, la intención el Rey Juan Carlos en esta cuarta visita a España es disfrutar de la compañía de sus amigos, degustar la gastronomía gallega y entrenar para la regata 'Rey Juan Carlos I', que comenzará el viernes en el Club Náutico de Sanxenxo y se extenderá hasta el próximo domingo.

Cómo fue la llegada del Rey Juan Carlos a España

Como en sus tres visitas anteriores, el Emérito llegó al aeropuerto de Vigo en un avión privado, donde fue recibido en la pista por el armador del 'Bribón', Pedro Campos, y su esposa. En esta ocasión, se alojará en su casa en Sanxenxo, disfrutando de la privacidad y la tranquilidad hasta su regreso a Abu Dabi el lunes 2 de octubre.

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Demostrando estar en buena forma física, Don Juan Carlos descendió de la escalinata del avión sin ayuda y a buen ritmo poco después de las 13:30 horas. Para el largo viaje desde Emiratos Árabes, eligió un atuendo cómodo pero elegante, con pantalones chinos de color camel, una camisa azul celeste y un chaleco ligero en crema.

Después de saludar a Pedro Campos con cariño, el rey emérito se subió a su automóvil y, ocupando el asiento del copiloto, abandonó el aeropuerto de Peinador con destino a Sanxenxo. Allí, está programado que comparta una comida en la casa del armador con un grupo reducido de amigos.

Juan Carlos se limitó a saludar con la mano, evitando hacer declaraciones a los numerosos medios de comunicación que esperaban su llegada a Galicia.

JCCL / ds